María Herrera Magdaleno alzó la voz de nueva cuenta, como lo ha hecho durante 14 años desde que desaparecieron dos de sus hijos, pero ya no es sólo por ellos, sino además por otros dos que también desaparecieron en la búsqueda de sus hermanos.
Para doña Mary la lucha ahora es por todos los que han sido víctimas de este delito en el país y a lo largo de los años se ha convertido en un símbolo para muchos colectivos a los que ha acompañado.
Ayer, en la Estela de Luz participó en un emotivo acto junto con integrantes del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Pro).
Durante la misa, oficiada por Jesús Maldonado, doña Mary pidió “por Raúl, Salvador, Luis y Gustavo, por los 43 de Ayotzinapa, y por más de 100 mil más”, aunque aclaró que ella calcula que la cifra puede ser hasta cinco veces superior por las miles de personas que no denuncian por temor, por falta de recursos o porque no se sienten capaces de seguir en estas búsquedas agotadoras.
Con voz entrecortada, llamó a que “pongamos en las manos del Señor, no nada más a mis hijos, sino a todas las personas que están lejos de sus hogares, que están desaparecidas, porque la meta es esa, unir fuerzas, unir el dolor y esta terrible angustia para buscar a nuestros hijos, gritar que los amamos, porque los necesitamos, porque nos hacen falta. Decirle a estos delincuentes que se llevaron a nuestros hijos que ya basta de tanto dolor y tanto sufrimiento”.
Al gobierno, exhortó a un país que no esté militarizado.
Doña Mary también entonó una canción frente a las placas donde están plasmados los nombres de sus cuatro hijos: “Preguntarle a las estrellas, si por las noches me ven llorar; preguntarle si los busco por todos lados sin descansar; preguntarle al manso río, si el llanto mío lo ve correr; preguntarle a todo mundo, si no es profundo mi parecer. Hijos queridos, de mis amores, por qué no vienen a consolar, a quien hoy sufre, por sus amores. Yo he de buscarlos, he de buscarles, hasta encontrar”.
Al concluir en llanto, los asistentes la arroparon al unísono: “¡No estás sola, no estás sola!”
En la misa se pidió por este “gravísimo problema para muchas familias y todo el pueblo mexicano”, así como por la Red de Enlaces Nacionales, que ha encabezado doña Mary y la cual ha acompañado a cientos de buscadores.
Una de las presentes tomó el micrófono para lanzar una consigna –creada por doña Mary– y que dedicó a la población que paseaba en patines, en bicicleta: “Si la sociedad se uniera, se uniera como debiera, temblarían los poderosos desde el cielo hasta la tierra”.