A 47 años de su fundación, la historia del taller editorial maya tsotsil Leñateros, de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, es, sobre todo, de resistencia.
Libraron su batalla más reciente durante el confinamiento por la pandemia de covid-19, pues no sólo detuvieron casi por completo sus labores, sino que vieron migrar al norte a varios de sus colaboradores en busca de otras opciones de supervivencia. Sin embargo, hace unos días recibieron una noticia que les levantó el ánimo: fueron galardonados por el gobierno de México con el Premio Nacional de Artes y Literatura 2021 en el ramo de Artes y Tradiciones Populares.
“Nos lo merecemos y estamos muy contentos de que por fin nos tomen en cuenta, aunque ahorita sólo tenemos el premio de palabra y por las noticias que se han difundido. Falta ver si nos lo van a dar en realidad; lo vamos a creer más cuando nos lo entreguen”, dijo, entre broma y broma, Petra Hernández, encuadernadora.
En entrevista con La Jornada, Xavier Silverio Balderas, editor del taller, explicó que no es infundada esa desconfianza respecto del galardón. Sucede que durante los últimos años de la administración de Felipe Calderón y los primeros de Enrique Peña Nieto, se postularon al premio en varias ocasiones, acompañando los expedientes con obra valuada en 10 mil dólares, la cual nunca se les devolvió ni pagó, y de la que hasta la fecha ignoran su paradero.
Pero ese asunto y algunas otras vicisitudes no empañan la celebración y los proyectos del taller Leñateros. En cuanto reciban el monto del premio editarán dos libros que ya están terminados: Nene Sol, que plasma la cosmovisión del pueblo tsotsil, y otro que recoge las palabras de un jefe indio cherokee acerca de la Madre Tierra.
“Este premio también es parte de los nuevos aires y el reconocimiento de los derechos de nuestros pueblos, porque lo ganamos a pulso, sin padrinos de ningún tipo”, recalcó Balderas. “Vamos a reparar el techo de nuestro taller, porque estamos en una casa viejita”, añadió Petra, quien ha colaborado en Leñateros durante 25 años, desde que era una niña que comenzó “jugando a hacer papel”.
Por supuesto, el nombre de la poeta Ámbar Past (Carolina del Norte, 1949, naturalizada mexicana en 1985), está presente a cada momento durante la conversación acerca de los inicios del taller, pues ella hizo posible que decenas de hombres y mujeres indígenas de los Altos de Chiapas (lavanderas, vendedores ambulantes, desempleados) se convirtieran en poetas, editores y artistas, dueños de su empresa.
El libro Conjuros y ebriedades, cantos de mujeres mayas (1997) fue primero de los 20 hermosos títulos que han confeccionado durante 47 años. Se trata de una exquisita obra de arte hoy sumamente codiciada, en cuya primera edición de 3 mil 333 ejemplares participaron alrededor de 200 personas, incluyendo niños. El prólogo estuvo a cargo del poeta Juan Bañuelos (1932-2017).
Cada libro-objeto está totalmente hecho a mano, hoja por hoja, impreso en serigrafía; mide 25 por 25 centímetros y pesa casi dos kilos. Conjuros y ebriedades... forma parte del acervo de importantes bibliotecas de universidades e instituciones estadunidenses y europeas, “con su lenguaje luminoso y fuerte; si usted, querido lector, lo toma entre sus manos, le crecerá un árbol en la cabeza”, como lo describió Elena Poniatowska hace algunos años. (La Jornada, 27/10/07).
“No cierren, sigan adelante”
En 2016, Past se fue de Chiapas rumbo a India, donde radica, “a aprender sánscrito”. Hasta el momento no ha respondido los mensajes en los que le informan que el taller recibió el máximo galardón que otorga el gobierno federal y por el que ella tanto insistió, pero los Leñateros esperan que regrese en unos tres años para festejar el medio siglo de vida del colectivo. Antes de marcharse, Ámbar les dio una encomienda que han cumplido al pie de la letra: “No cierren el taller, sigan adelante”.
La voz de Petra se ilumina al narrar que le gusta todo el proceso de hacer un libro, con técnicas que conoce a la perfección: “No tengo una ocupación favorita, me encanta todo, hasta recibir a las personas que vienen a comprar nuestros libros o papel. Nos afectó mucho la pandemia, tuvimos que cerrar ocho meses, pero poco a poco nos vamos levantando”.
En la actualidad son 15 los integrantes permanentes del taller Leñateros (cuatro de ellos fundadores), cuyas edades van de los 20 a los 80 años. Algunos trabajan desde sus casas, otros cultivan flores o buscan materiales para reciclar, como cajas de cartón, cepa de plátano, pelos de elote, rastrojos de milpa, que después amasan y muelen con bugambilias, pétalos de pensamiento o café, y fabrican papel.
En San Cristóbal de las Casas, añadió la artista y también poeta, hay otras personas que hacen papel reciclado, “pero no se compara al de nosotros”. Xavier detalló que es tal la calidad y finura de sus papeles que artistas extranjeros los adquieren para la impresión de su obra gráfica, como hacía el maestro juchiteco Francisco Toledo (1940-2019); “incluso, una compañía papelera grande se enamoró de nuestros papeles de fibras naturales (plátano, caña, agave) y querían distribuirlos en sus tiendas, pero no llegamos a un acuerdo en cuanto al precio, pagaban muy poco, casi pedían que se los regaláramos”.
Por fortuna, cuenta Petra, hay muchos jóvenes a los que les gusta el trabajo editorial, lo cual se refleja en el número de participantes en los talleres de fabricación de papel, encuadernación, serigrafía y grabado que imparte Leñateros.
Para la segunda edición de Conjuros y ebriedades... se hicieron 2 mil ejemplares; además, se implementó un programa de capacitación para jóvenes de las comunidades tsotsil y tseltal de la zona, impulsado por el obispo Samuel Ruiz.
“Sobre todo, se trató de dar a los muchachos un oficio”, puntualizó Balderas, “pues somos trabajadores del arte. Ahora vemos en la ciudad que muchos de los jóvenes que se formaron en Leñateros están vendiendo libretas o están en otros lugares del mundo haciendo su obra gráfica en papel reciclado.
“Nos da mucho gusto ser un ejemplo para cuidar a nuestra Madre Tierra y promover el no tirar más árboles; ese es el propósito del taller. No sólo hemos sido una escuela, sino también pioneros en temas ecologistas. Hace 47 años no se hablaba tan fuerte del cambio climático. Cuando nació Leñateros, fue novedosa nuestra propuesta de hacer arte gráfico sin materiales contaminantes y sin tirar árboles; demostramos que sí se puede.
“Hoy es un orgullo ser un referente para cambiar muchas prácticas y estereotipos en cuanto a la forma de hacer arte”, concluyó el editor.
Visitarán la CDMX en octubre
El taller Leñateros, con sus libros mágicos (entre ellos la tercera edición de mil ejemplares de Conjuros y ebriedades...), sus finos papeles hechos a mano y otros artículos artesanales, estará presente en octubre en la 33 Feria Internacional de Libro de Antropología e Historia, que tendrá como sede el Museo Nacional de Antropología de la Ciudad de México. También celebrarán su 47 aniversario, que se cumple el 22 de ese mes.
El Premio Nacional de Artes y Literatura 2021, cuya ceremonia de entrega aún no tiene fecha, la cual debió ser el año pasado, de acuerdo con su convocatoria, consiste en una medalla de oro, 823 mil 313.95 pesos, un diploma firmado por el presidente Andrés Manuel López Obrador y la incorporación del ganador como Creador Emérito al Sistema Nacional de Creadores de Arte, lo cual significa recibir un apoyo económico mensual vitalicio. Los ganadores seleccionados en 2020 tampoco han recibido su galardón.