Moscú. Las fuerzas rusas destruyeron ayer un almacén ucranio con misiles para sistemas Himars y municiones para obuses M777 en la provincia de Dnipro, mientras Moscú y Kiev volvieron a acusarse mutuamente de nuevos bombardeos en torno a la central nuclear de Zaporiyia, pero que esta vez provocaron un riesgo de “pulverización de sustancias radiactivas”, de acuerdo con la evaluación del operador de las instalaciones Energoatom.
“Fue destruido un gran depósito de municiones de las fuerzas armadas de Ucrania (...) con misiles para sistemas de lanzamisiles múltiples Himars de fabricación estadunidense y proyectiles para obuses estadunidenses M777 cerca de la localidad de Preobrazhenka, en la provincia deDnipro”, indicó un comunicado del Ministerio de Defensa ruso.
Ucrania y Rusia se acusaron ayer de bombardear la central atómica de Zaporiyia, la más grande de Europa, lo que aviva el miedo a que los combates puedan causar una catástrofe.
Los misiles Grad y los proyectiles de artillería alcanzaron las ciudades de Nikopol y Marganets, a unos 10 kilómetros cada una de la planta, al otro lado del río Dniéper, informó Valentyn Reznichenko, el gobernador de Dnipro.
Energoatom, indicó que las tropas rusas bombardearon “en varias ocasiones en la jornada reciente” los terrenos del complejo.
“La infraestructura de la estación ha sido dañada, hay riesgo de pulverización de hidrógeno y salpicaduras de sustancias radiactivas y el riesgo de incendio es alto”, añadió.
Según el operador ucranio de la generadora de electricidad, la central funciona desde el mediodía de ayer con “el riesgo de violar los estándares de seguridad de radiación e incendio”.
Pero el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, señaló que las fuerzas ucranias atacaron la planta desde Marganets y acuso a Kiev de “terrorismo nuclear”. En las 24 horas antes al presente parte de guerra, 17 proyectiles ucranios impactaron en la central, y cuatro en el techo de un inmueble que almacena combustible nuclear, aseguró. Konashenkov agregó que no hay tales fugas radiactivas en la central y que una unidad militar se desplegó en las inmediaciones para proteger el perímetro frente a potenciales ataques ucranios, según la agencia TASS.
No fue posible verificar ninguna de las versiones, dadas las restricciones a los movimientos de los periodistas y los combates en curso.
Las fuerzas de Moscú ocuparon el complejo de la central nuclear, de seis reactores, al comienzo de la guerra, que ya cumplió seis meses, pero la planta sigue operada por trabajadores ucranios.
Energoatom acusó a las fuerzas rusas de intensificar la presión sobre los empleados de la central para que oculten información a los expertos del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), quienes podrían visitar las instalaciones en los próximos días.
Por otra parte, los marineros mercantes podrán salir de Ucrania si reciben la aprobación del órgano administrativo militar local, informó el primer ministro ucranio, Denys Shmyhal, una decisión que facilitaría las exportaciones de grano desde los puertos del país.