Cuernavaca, Mor., La Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa) clausuró dos obras que se construían en las cañadas Chicuazemac –cerca de la cueva La Fundición– y en la San Jerónimo, ambas se ubican en áreas naturales protegidas, tanto del parque Nacional el Tepozteco, como del corredor biológico Chichinautzin.
Las cañadas Chicuazemac y San Jerónimo son zonas importantes de recarga de mantos freáticos y acuíferos del pueblo de Tepoztlán, informó Roberto Robles Quiroz, integrante de la asamblea general de ese municipio.
Durante un recorrido, La Jornada constató que los sellos de clausura se colocaron en un terreno privado, donde se iniciaba la edificación de una casa, cerca de las vistosas puntas de piedra de los cerros, al nororiente del pueblo mágico de Tepoztlán.
La obra suspendida se encuentra a unos metros de la cueva, donde se dice que los soldados zapatistas elaboraban sus cartuchos para luchar en la Revolución Mexicana y cerca del afluente de la cañada Chicuazemac, que actualmente está seca por la falta de lluvias.
Particulares, empresarios extranjeros, políticos federales, estatales y municipales no han respetado estas zonas protegidas, y han construido casas de lujo y de descanso en la parte baja y media de los cerros, que son considerados “sagrados” por los habitantes originarios de Tepoztlán.
La otra clausura que hizo Profepa es una calle, que se edificaba en la cañada de San Jerónimo e incluso se utilizó maquinaria pesada. Este lugar colinda con el pueblo de San Juan Tlacotenco y el barrio de Santo Domingo.
La autorización de esta obra irregular la dieron algunos pobladores de San Juan e integrantes del comité de bienes comunales (que fue desconocido en la asamblea comunitaria el pasado 18 de agosto), y que encabezaba Lucio Cuevas.
La inconformidad es porque en esa cañada se recargan los mantos freáticos que mantienen el clima fresco en Tepoztlán, pero si la convierten en una “avenida” acabarán “con toda la magia” que es “su medio ambiente y sus cerros”, acusó Robles Quiroz.
Explicó que para edificar una calle “tan grande”, los responsables argumentaron que harían una brecha para cortar el fuego, que ayudará en los incendios forestales que cada año afectan los cerros de Tepoztlán; pero después se dieron cuenta de que no se trataba de una simple brecha, ya que estaban utilizando hasta maquinaria pesada (trascabos y manos de chango).
En recorridos por otras cañadas se dieron cuenta de que particulares habían cercado con alambres de púas, y bardas de piedra, hasta las puntas de los cerros de la parte nororiente y hasta la zona donde está la cueva La Fundición.
Robles Quiroz dijo que la clausura de Profepa es un avance, en su lucha a favor del ambiente, la cual iniciaron el 18 de agosto, día en que desconocieron la representatividad comunal.
Precisó que la Secretaría de Gobernación emitió un pronunciamiento en el que reconoció que hay un problema en la representación de bienes comunales por lo que exhortó a las autoridades de Tepoztlán a respetar las áreas naturales protegidas.