Kiev. La central nuclear ucrania de Zaporiyia, bajo control de las tropas rusas desde marzo y blanco de recientes bombardeos, quedó “totalmente” desconectada ayer de la red eléctrica de Ucrania, informó el operador de energía Energoatom, que culpó de la situación a “los invasores”.
“Los dos reactores en funcionamiento de la central fueron desconectados de la red. En consecuencia, las acciones del invasor acarrearon la desconexión total de la red eléctrica, por primera vez en su historia”, explicó la compañía en un comunicado.
Según el operador, los incendios en el área de la central térmica que abastece de electricidad a los reactores nucleares motivaron la desactivación de la última línea de energía que enganchaba con la red ucrania. “Las otras tres líneas fueron dañadas con anterioridad”, añadió.
El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) notificó que fue “informado por Ucrania” de la pérdida de conexión, pero destacó que la planta “permanece conectada” a través de la “central térmica vecina, que puede proveer electricidad de emergencia”.
Moscú y Kiev se acusan mutuamente de bombardear esta central del sur del país, la mayor de Europa, que cuenta con seis reactores de una capacidad total de 6 mil megavatios. Las autoridades ucranias consideran que buscan desviar la energía hacia la península de Crimea, anexionada por Rusia en 2014.
Vedant Patel, vocero del Departamento de Estado de Estados Unidos, denunció que “la electricidad que produce (Zaporiyia) pertenece legítimamente a Ucrania y cualquier intento de desconectar la planta de la red para dirigirla hacia zonas ocupadas es inaceptable”.
El presidente estadunidense, Joe Biden, y su par ucranio, Volodymir Zelensky, coincidieron en que “Rusia debería aceptar desmilitarizar la zona alrededor de las instalaciones y permitir una visita de la OIEA lo antes posible”, informó la Casa Blanca.
En tanto, Rusia reconoció que bombardeó antier con un misil Iskander una estación en la región de Dnipro, pero aseguró que el objetivo fue un tren de militares y que mató a “más de 200 soldados ucranios”, y descartó bajas civiles, aunque las autoridades ucranias indicaron que el ataque murieron 25 civiles, entre ellos niños de 11 y seis años. Según el ministerio de Defensa ruso, el tren “iba camino de las zonas de combate” en la región del Donbás, al este de Ucrania, para unirse a los combates.
El canciller alemán, Olaf Scholz, ratificó su apoyo a Ucrania durante una visita a un campamento militar en Alemania donde se entrenan soldados ucranios.
“Acabo de hablar con los soldados ucranianos aquí presentes tras el ejercicio que pudimos ver. He hablado con ellos y también les he dicho explícitamente lo mucho que admiro su valor. (...) Alemania ha suministrado muchas armas, muy eficaces y también pesadas. Esto incluye el cañón antiaéreo Gepard, que pudimos ver hace un momento y del que pudimos constatar una vez más lo eficaz que es a la hora de organizar la defensa contra los ataques aéreos”, dijo el canciller alemán.
El ejército ucranio recibirá 30 blindados antiaéreos Gepard, vehículo de combate que Berlín dio de baja en 2010.