El legendario Tim Page, fotógrafo que registró la guerra de Vietnam y a sus víctimas, así como la contracultura de los años 60, documentalista y escritor, falleció el miércoles pasado en su casa de Australia a los 78 años.
Page, quien sostenía que “la única buena fotografía de guerra es una fotografía contra la guerra”, falleció de cáncer de hígado en Nueva Gales del Sur, reportó The Washington Post.
Según el diario estadunidense, Ben Bohane, amigo australiano y colega del emblemático fotoperiodista, afirmó: “Siempre decía que era más importante ser un ser humano decente que un gran fotógrafo. Así que su humanismo, a través de su fotoperiodismo, realmente brilló”.
El fotógrafo, autodidacta, quedó huérfano cuando su padre, integrante de la marina mercante, murió en un ataque de un submarino en el Atlántico Norte. Fue criado por una familia de acogida.
A los 17 años dejó su país natal para viajar por Europa, Oriente Medio, India, Nepal y Laos, donde arribó durante su guerra civil y fue corresponsal de United Press International. Luego viajó a Saigón y cubrió la guerra de Vietnam durante cinco años para diversos medios internacionales.
Tim Page (1944, Tunbridge Wells, Inglaterra) inspiró al protagonista, interpretado por Dennis Hopper, de la película Apocalypse Now, dirigida por Francis Coppola y ganadora de un Óscar. Sus fotografías adquirieron dominio en el imaginario visual de ese conflicto armado y a ellas se atribuye haber cambiado el apoyo para esa intervención.
En Vietnam, Page estuvo en todas partes y fue herido cuatro veces. La última ocurrió cuando bajó de un helicóptero para asistir a los heridos y fue impactado por la explosión de una mina terrestre. Los médicos lo declararon muerto y luego fue sometido a una amplia neurocirugía. La mayor parte de los años 70 los pasó en recuperación.
Durante esa década y la de 1980 buscó a su mejor amigo, el fotógrafo Sean Flynn, hijo del actor Errol Flynn, quien había desaparecido en Camboya. Se dedicó también a erigir un monumento en honor de todos los enviados de prensa que murieron o desaparecieron en la guerra, para lo cual fundó la fundación IndoChina Media Memorial.
Ese propósito originó su libro Réquiem. La exposición con el mismo nombre se exhibe de forma permanente en el Museo de los Vestigios de la Guerra de Vietnam, en la ciudad de Ho Chi Minh.
Tim Page es autor de numerosos documentales, dos películas y 10 libros. Fue embajador fotográfico de la paz para la Organización de Naciones Unidas en Afganistán, y ha recibido numerosos premios. En sus últimos años, consigna su página en Internet, su pasión fue “cubrir las secuelas de la guerra y llamar la atención del mundo sobre la situación de las víctimas inocentes”.
Regresaba con regularidad a “Vietnam y Camboya para impartir talleres, realizar encargos y fotografiar las minas, y los mutilados que siguen heridos 30 años después, así como los efectos aún devastadores del agente naranja”.
Desde finales de los años 60 hizo trabajo freelance para revistas musicales como Rolling Stone y Crawdaddy, donde compartió encargos con algunos de los escritores más reconocidos de la época, como Hunter S. Thompson. Page asumió su reputación de “fotógrafo gonzo”.
En 1967 fue detenido junto con el cantante Jim Morrison en Nueva Haven, Connecticut. El líder de The Doors fue arrestado en el escenario por incitar a un disturbio, indecencia y obscenidad pública.
En 2002 se estableció en Australia para estar con su compañera de vida, Marianne Harris, y se convirtió en profesor de fotoperiodismo en la Universidad Griffith en Brisbane.
A sus alumnos en esa universidad les decía que la promoción de fotoperiodista “es un juego de tontos, y la mayoría no lo conseguiría. De una clase de 50 personas, tal vez dos se dediquen al negocio. Y hay que separar el trigo de la paja muy, muy rápidamente, y disuadir a la gente que no tiene la pasión, que no tiene el compromiso, para recorrer los metros largos”, difundió el servicio público de noticias australiano ABC News.
Agregaba, con rudeza: “Hoy día, la profesión de fotoperiodista es un mito. No es el mundo cargado de diversión que la gente imagina. Es una de esas ocupaciones que se han inventado para ser sexy, aventurera, bien pagada, con viajes constantes y restaurantes de cinco estrellas”.
Sin embargo, añadió, las personas “no ven las desventajas de estos trabajos, que consisten en alojarse en lugares de mierda, comer comida de mierda, estar enfermo y ganar un dinero miserable por el privilegio de todo ello”.
La agencia Afp difundió que amigos y colegas rindieron tributo este jueves al reconocido corresponsal, a quien definieron como “mentor” y “extraordinario talento”.
En su libro Dispatches, Michael Herr calificó a Page como el más extravagante de los “locos que andaban corriendo por Vietnam”.
Herr recordó que “Tim no era como mucho de los periodistas viejos, no era de esos petulantes que decían a todos ‘nos fue mejor que a usted’. Era muy generoso”.