El derrame de hidrocarburos en la playa Balandra, en Baja California Sur, por la embarcación turística Fortius, pone en peligro la vida marina que se busca preservar con esta área natural protegida, reconocida como bien de patrimonio mundial por la Unesco y sitio ejemplar en la protección del hábitat de manglar, sostuvo la organización Oceana.
Agregó que en Balandra las embarcaciones incumplen constantemente horarios de visita e ingresan más personas del límite permitido, debido a la falta de inspección y vigilancia y se necesitan recursos humanos, técnicos y económicos.
Miguel Rivas, Director de Santuarios Marinos en Oceana consideró que se debe dar una protección efectiva en las áreas naturales protegidas, se deben definir los impactos de este accidente y aplicar sanciones ejemplares.
Precisó que el plan de manejo de Balandra establece claramente que no se permite el acceso a embarcaciones motorizadas, por lo que en la sanción se debe considerar que entró al sitio, el haber jugado con bengalas y el derrame con contaminación, “se trata de un deliberado incumplimiento del programa de manejo por zona y horario”.
Indicó que este accidente es la oportunidad para que los programas de manejo de áreas protegidas sean actualizados de acuerdo a los retos actuales de México en materia de conservación, así como contar con los recursos necesarios para su cumplimiento.