Kiev. El presidente Volodymir Zelensky aseguró ayer que Ucrania “renació” cuando Rusia la invadió hace seis meses, en su mensaje por el 31 aniversario de la independencia del país de la extinta Unión Soviética, en una jornada marcada por un bombardeo ruso que dejó al menos 22 civiles muertos y 50 heridos en el céntrico poblado de Chaplyne.
“No nos importa el ejército que tengan, sólo nos importa nuestra tierra. Lucharemos por ella hasta el final”, exclamó Zelensky en un video matutino, mientras los residentes en Kiev y otras zonas del país amanecían con el sonido de las sirenas antiaéreas.
Al aludir a Rusia, que lanzó su “operación militar especial” el 24 de febrero pasado, el mandatario prometió que Ucrania “no tratará de llevarse bien con los terroristas.
“Nos hemos mantenido firmes durante seis meses. Es duro, pero hemos apretado los puños y luchamos por nuestro destino. Para nosotros, Ucrania son las 25 regiones, sin ninguna concesión o compromiso.”
Ante los avances rusos, prometió recuperar la cuenca del Donbás, en el este, donde las tropas rusas avanzan con el apoyo de grupos separatistas, además de la península de Crimea, anexada por Moscú en 2014.
En las primeras horas del día, ciudades como Járkov, en el noreste, o Zaporiyia y Dnipró, en el centro, se vieron sacudidas por fuertes explosiones, indicaron autoridades locales. En Kiev se prohibieron las concentraciones multitudinarias hasta hoy por temor a que actos por la fiesta nacional puedan ser blanco de ataques rusos con misiles.
Más tarde, al intervenir en el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) con un mensaje videograbado, Zelensky denunció que un bombardeo ruso contra una estación ferroviaria del poblado de Chaplyne, en la región de Dnipropetrovsk, dejó al menos 22 muertos y 50 heridos. Al inicio habló de 15 defunciones.
Desde la retirada de las fuerzas rusas de los alrededores de la capital a fines de marzo, los combates se concentran en el este y el sur de Ucrania, donde la línea de frente parece estancada, aunque Rusia bombardea con frecuencia otras regiones con misiles de largo alcance y mantiene varios puntos controlados, según las autoridades ucranias.
Zelensky reconoció a principios de junio que una quinta parte del territorio ucranio, 20 por ciento, estaba bajo dominio ruso.
Al destacar que la operación militar va “de acuerdo con el plan”, el ministro ruso de Defensa, Serguei Shoigu, manifestó en Uzbekistán que las estrategias militares se desaceleraron de forma deliberada para evitar víctimas de civiles y precisó que su ejército realiza “un trabajo sistemático en los territorios liberados para establecer una vida pacífica”.
Según John Kirby, vocero del Pentágono, Rusia busca asegurar sus conquistas políticamente, organizando “referendos falsos”, pero aseguró que “cualquier intento de controlar un territorio soberano de Ucrania se considerará ilegítimo”.
Las primeras consultas se harían en Járkov y en la sureña Jersón, con el objetivo de unirlas a los territorios separatistas de Donietsk y Lugansk, ambos en el Donbás, precisó Kirby.
En Rusia, el opositor Yevgueni Roizman, ex alcalde de Ekaterimburgo, fue detenido acusado de “desacreditar” al ejército, mientras el político crítico del Kremlin Aleksei Navalny, preso desde 2021, indicó que fue trasladado a una celda de castigo por segunda vez este mes por cargos que, asegura, son inventados.