Una niña es una cosa a medio formar, basada en la novela de la irlandesa Eimear McBride, ganadora de los premios Baileys Women’s Prize for Fiction y Kerry Group Irish Novel of the Year (2014), se presenta con la interpretación de la actriz Pía Laborde Noguez hasta el 4 de septiembre en el teatro El Milagro.
La adaptación a la escena es de Annie Ryan, y fue traducida por Laborde Noguez y Adriana Toledano Kolteniuk.
Una niña es una cosa a medio formar “es una historia sobre una familia complicada y atravesada por la desdicha, que gira en torno a los pensamientos de una niña y luego adolescente, quien se confronta con su identidad, su turbulento despertar sexual y el mundo violento que la rodea. La narradora, la chica a medio hacer, tapa su deseo de huir de la casa opresiva y el pueblo pequeño con sexo desenfrenado y violento, incluso con episodios de abuso de su tío, que ella reconoce como tales, pero los consiente en una especie de castigo, quizá porque es la sana de la familia y la hija que sobrevivirá, o quizá porque ignora tanto como sabe sobre su sexualidad. Es un relato feroz que no nos habla del vivir, sino del sobrevivir.
“Es una chica con una madre profundamente religiosa hasta el desquicio y un hermano que padece una enfermedad mental. Es una historia tan febril y palpitante como devastadora sobre los constructos sociales respecto de la feminidad y la omnipresencia de la violencia masculina. Es un relato íntimo que se erige por medio de la propia destrucción de la protagonista. Una historia sobre la pérdida, el dolor y la alienación”, explicó Laborde Noguez en charla con La Jornada.
La obra “sigue a la protagonista en el transcurso de sus distintos años, desde su infancia, adolescencia y los inicios de sus estudios universitarios, hasta el regreso a su casa”.
Para la actriz y traductora, “la protagonista se confronta sin entender del todo su realidad o sus previos traumas. El impacto y consecuencias de esa violencia intrafamiliar se manifiesta en cómo ella usa su cuerpo para sobrevivir.
“Su madre es soltera, que debe hacerse cargo de sus dos hijos, ya que su esposo las abandonó justo al nacer la niña. De manera paulatina se vuelve cada vez más religiosa, como manera para sobrevivir y afrontar la enfermedad del hermano, quien tiene un tumor canceroso en la cabeza. Y es la hija quien confronta a su madre, diciéndole que la fe no lo salvará.”
La obra es, consideró Pía, “un reflejo de la complejidad de las luchas a las que se enfrentan las mujeres en América Latina en la actualidad, ya que con la traducción se le quiso dar esa lectura, partiendo de la obra original irlandesa, mostrando los paralelismos de ambas realidades”.
El texto original de Eimear McBride “es muy experimental y vertiginoso. Es, por decirlo de alguna manera, muy corporal, la violencia ya está en las palabras. El monólogo se articula no sólo mediante la voz fragmentada de su protagonista, sino también de las voces de aquellos personajes que la rodean”.
Con dirección de Juan Miranda, iluminación de Elisabet Catells i Negre y espacio sonoro de Camila de Laborde y Daniel Hermann-Collinni, Una niña es una cosa a medio formar se presentará para un público a partir de los 16 años hasta el 4 de septiembre, los jueves y viernes a las 20 horas, sábados a las 19 y domingos a las 18 horas en el teatro El Milagro (Milán 24, colonia Juárez).