Madrid. El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) alertó ayer que niños del Cuerno de África y el Sahel podrían morir en “cantidades catastróficas” si no reciben apoyo urgente para combatir el hambre y las enfermedades transmitidas por el agua.
“La historia muestra que cuando los altos niveles de desnutrición en los niños se combinan con brotes mortales de enfermedades como el cólera o la diarrea, la mortalidad infantil aumenta de forma trágica y espectacular”, dijo la directora ejecutiva del Unicef, Catherine Russell.
“En el Cuerno de África y el Sahel, millones de niños están a solo una enfermedad de distancia de la catástrofe”, recordó Russell con motivo de la Semana Mundial del Agua.
Más de 2.8 millones de niños en ambas regiones ya sufren desnutrición aguda grave, lo que significa que tienen hasta 11 veces más riesgo de morir por enfermedades transmitidas por el agua que los menores bien alimentados.
El número de personas afectadas por la sequía y sin acceso seguro a agua potable en países del Cuerno de África, como Etiopía, Kenia y Somalia, aumentó de 9.5 millones en febrero a 16.2 millones en julio. La mayoría de quienes viven ahí dependen del agua que les entregan en camiones o en carretas tiradas por burros.
En Kenia, 23 distritos han sufrido importantes aumentos en los precios en comparación con los de enero de 2021; en especial en la región de Mandera, con una subida de 400 por ciento, seguido de la de Garisa, con 260 por ciento.
En Etiopía, el costo del agua en junio de este año se duplicó en Oromia y aumentó 50 por ciento en Somalí en comparación con el inicio de la sequía en octubre de 2021.
En Somalia, el precio medio del agua ha subido un 85 por ciento en Mudug del Sur, así como 55 y 75 por ciento en Buurhakaba y Ceel Berde, respectivamente, en comparación con los precios de enero de 2022.
En este país los brotes de diarrea y colera se han registrado en casi todos los distritos afectados por la sequía, con 8 mil 200 casos notificados entre enero y junio, más del doble que el año pasado.
Mientras, en la región del Sahel, debido a la sequía y conflictosarmados en lugares como Burki-na Faso, Chad, Malí, Níger y Nigeria unos 40 millones de niños enfrenten niveles altos o extremadamente altos de vulnerabilidad hídrica.
En todo el Sahel, la disponibilidad de agua también se ha reducido en más de 40 por ciento en los últimos 20 años debido al cambio climático y otros factores como los conflictos armados. El año pasado, en África occidental y central se registró el peor brote de cólera de la región en los últimos seis años, incluidos 5 mil 610 casos y 170 muertes relacionadas.
“Países deben aumentar la ayuda económica”
“La única forma de detener esta crisis es que los gobiernos, los donantes y la comunidad internacional aumenten el financiamiento para satisfacer las necesidades más agudas de los niños y brinden apoyo flexible a largo plazo para romper el ciclo de la crisis”, subrayó Russell.