Monterrey, NL., Cuatro meses después de que las autoridades localizaron el cuerpo de Debanhi Escobar en una cisterna del motel Nueva Castilla, en el municipio de Escobedo, el Poder Judicial avaló que la Fiscalía de Nuevo León cateara la casa de una empleada de ese establecimiento y programó la primera audiencia de imputación contra la mujer, cuya identidad no fue revelada.
El cateo en el domicilio, ubicado en la calle John F. Kennedy, de la colonia Moisés Sáenz, municipio de Apodaca, se llevó a cabo a partir del 19 de agosto a las 1:38 de la madrugada; sin embargo, no se especificó la fecha de su finalización.
A la trabajadora se le investiga por el delito equiparable a la falsedad de declaraciones en informes dados a una autoridad, y por encubrimiento.
Las autoridades buscaron aparatos electrónicos de almacenamiento y encontraron una memoria USB azul, un estuche de plástico donde había una memoria USB color verde y otra morada. También se incautaron de ocho teléfonos, una computadora portátil marca Acer y un cargador.
La empleada es la primera persona a la que se somete a proceso penal luego de las más de 324 entrevistas, 23 análisis de telefonía, 140 intervenciones periciales, 723 indicios, 88 dictámenes, 341 estudios periciales y análisis de más de 3 mil horas de videograbaciones que la fiscalía asegura haber realizado.