Ciudad de México. La autorización de 16 proyectos inmobiliarios ha llevado a concesionar 4.9 millones de metros cúbicos de agua anualmente, suficientes para atender a casi 135 mil habitantes por día, y ha permitido a los desarrolladores construir su propio pozo, aprovechando que los derechos de algunos están vencidos, en lugar de obligarlos a conectarse a la red existente.
Integrantes del frente por la Defensa de los Derechos de los Pueblos y Barrios Originarios de la Cuenca del Anáhuac denunciaron, sin embargo, que el agua concesionada a particulares, incluidas plazas comerciales, es de 9.5 millones de metros cúbicos.
Señalaron que, pese a que la legislación vigente, que data de 1954, prohíbe la explotación de pozos, “se utiliza un formulismo jurídico para que el Sistema de Aguas de la Ciudad de México reasigne uno que está extinguido, de una zona a otra”.
Tan sólo en esta administración se registró el mayor volumen de extracción de agua en 2019 con 2 mil 464 millones 701 mil litros, informó Alejandro Velázquez.
El agua, argumentó Natalia Trejo, “se ha convertido en un activo financiero para que exista mayor rentabilidad, más inversión en la ciudad, generando un banco del agua, que no considera el bienestar de las personas de manera equitativa”.
Algunos de las concesiones inmobiliarias vigentes son High Park Reforma, University Tower, Torre Monet, Conjunto Estadio Azteca, Plaza Tepeyac, Ventana Polanco y Torre Reforma Colón, detalló Velázquez.
Mencionó que, jurídicamente es posible “anular o reasignar las concesiones, y una de las causales de nulidad es la falta de consulta a la población”, coincidió con Rubén Ramírez.