Madrid. El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) alertó este martes que millones de niños podrían morir en el Cuerno de África y el Sahel si no reciben apoyo urgente para combatir el hambre y las enfermedades transmitidas por el agua.
"La historia muestra que cuando los altos niveles de desnutrición en los niños se combinan con brotes mortales de enfermedades como el cólera o la diarrea, la mortalidad infantil aumenta de forma trágica y espectacular", señaló la directora ejecutiva de Unicef, Catherine Russell.
"En el Cuerno de África y el Sahel, millones de niños están a solo una enfermedad de distancia de la catástrofe", enfatizó Russell con motivo de la Semana Mundial del Agua.
En total, más de 2.8 millones de niños en ambas regiones ya sufren desnutrición aguda grave, lo que significa que tienen hasta once veces más riesgo de morir por enfermedades transmitidas por el agua que los niños bien alimentados.
El número de personas afectadas por la sequía y sin acceso seguro a agua potable en países del Cuerno de África como Etiopía, Kenia y Somalia ha aumentado de 9.5 millones en febrero a 16,2 millones en julio. La mayoría de quienes viven ahí dependen del agua que les entregan en camiones o en carretas tiradas por burros.
En Kenia, 23 distritos han sufrido importantes aumentos en los precios en comparación con los de enero de 2021; en especial en la región de Mandera, con una subida del 400 por ciento, seguido de la de Garisa, del 260 por ciento. En Etiopía, el coste del agua en junio de este año se ha duplicado.
En Somalia, el precio medio del agua ha subido un 85 por ciento en algunas regiones. En este país los brotes de diarrea y cólera se han registrado en casi todos los distritos afectados por la sequía, con 8.200 casos notificados entre enero y junio, más del doble que el año pasado.
Mientras, en la región del Sahel, la sequía y el conflicto armado en lugares como Burkina Faso, Chad, Malí, Níger y Nigeria, están haciendo que unos 40 millones de niños están enfrentándose a niveles altos o extremadamente altos de vulnerabilidad hídrica.
En todo el Sahel, la disponibilidad de agua también se ha reducido en más del 40 por ciento en los últimos 20 años debido al cambio climático y otros factores como los conflictos armados. El año pasado, en África occidental y central se registró el peor brote de cólera de la región en los últimos seis años, incluidos 5 mil 610 casos y 170 muertes relacionadas.
"La única forma de detener esta crisis es que los gobiernos, los donantes y la comunidad internacional aumenten la financiación para satisfacer las necesidades más agudas de los niños y brinden apoyo flexible a largo plazo para romper el ciclo de la crisis", subrayó Russell.