Ciudad de México. Al cierre del segundo trimestre del año, el valor monetario de la canasta básica se situó en mil 530 pesos en el ámbito rural y en mil 991 pesos en el urbano, lo que representó un incremento de 12.6 y 12 por ciento, respectivamente, comparado con el mismo periodo del año pasado, reveló un análisis de BBVA Research, área de investigación de ese banco.

La canasta básica es un conjunto de productos y servicios que son considerados esenciales para la subsistencia y bienestar de los miembros de una familia.

El estudio de BBVA, hecho con cifras del informe de pobreza laboral del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), precisó que comparado con el trimestre inmediato anterior, el valor de la canasta básica incrementó 2.1 por ciento en el ámbito rural y 2 por ciento en el urbano.

El incremento del valor de la canasta básica se da en un momento en el que la inflación se encuentra en sus niveles máximos en las últimas dos décadas y ya ha repercutido en el ingreso de las familias.

“Los incrementos anuales están significativamente por encima de la inflación anual de 7.8 por ciento… Si bien, el actual incremento en términos anuales del valor de las canastas básicas es el segundo más alto en los últimos diez años, se destaca que existe una disminución con respecto a la evolución del trimestre anterior”, dijo BBVA.

De acuerdo con el reporte, tanto en el ámbito rural como urbano dicho incremento responde en mayor medida al aumento de precio de los alimentos y bebidas consumidas fuera del hogar, que en ambos casos es el producto con mayor ponderación para estimar el valor monetario de la canasta básica, pues representa el 20.7 por ciento en el ámbito rural y 29.2 por ciento en el urbano.

BBVA expuso que resulta relevante tomar en cuenta que un incremento anual de dos dígitos en el valor de las canastas básicas resulta “especialmente costoso en términos sociales”, pues implica la reducción del potencial que tiene el aumento de los ingresos sobre la condición de pobreza, al mismo tiempo que pone en peligro a aquellos que se encuentran cercanos a dicha condición de precariedad extrema.

Disminuye la pobreza laboral pese a la alta inflación

Por otra parte, el banco también expuso que, pese a los altos niveles de inflación que se tienen en el país, la pobreza laboral, un término que refiere a la situación en la que el ingreso laboral de un hogar no es suficiente para alimentar a todos sus miembros, sigue a la baja pues se ubicó en un 49.8 millones de personas o el equivalente al 38.3 por ciento de la población.

Así, está a 1.7 puntos porcentuales de alcanzar el nivel que había antes del primer trimestre de 2020, previo al inicio de la pandemia y es la segunda más baja desde 2013.

“Pese a que la inflación general anual promedio del segundo trimestre de 2022 fue de 7.8 por ciento, 1.8 puntos más que el mismo trimestre en 2021, la pobreza laboral continúa disminuyendo, por ejemplo, con respecto al pico más alto causado por la emergencia sanitaria (46 por ciento), la proporción ha disminuido 7.7 puntos”, mencionó.

Si se compara con el año anterior, esta proporción es 1.6 puntos menor y con respecto del trimestre pasado es 0.5 puntos más baja.