Ciudad de México. La Comisión para la Verdad de los hechos relacionados con el periodo conocido como guerra sucia arrancó el análisis de expedientes del Ejército. Tras las primeras cinco semanas de ésta tarea han tenido que enfrentar “un estira y afloja” para conseguir los documentos, y “se han visto algunos vacíos en la información”, indicaron sus integrantes.
A la vez, prevén que se toparán con diversos muros en su labor, entre ellas, advierten que percibe un “pacto de silencio” en el Ejército para evitar hablar de las acusaciones de violaciones de derechos humanos que se investigan.
Sobre los planos de los campos militares donde se tienen indicios que se detuvieron a personas desde la década de los años 60, los elementos castrenses han explicado que no cuentan con los archivos originales que den cuenta de las modificaciones que se han hecho a través de los años, ya que únicamente cuentan con planos actualizados de las inmuebles como se encuentran en la actualidad.
Este lunes, en conferencia de prensa, esta instancia, denominada oficialmente como Comisión para el Acceso a la Verdad, el Esclarecimiento Histórico y el Impulso a la Justicia de las violaciones graves a los derechos humanos cometidas de 1965 a 1990, presentó su plan de trabajo en busca de alcanzar sus objetivos a más tardar en 2024, cuando concluirá su labor.
Además de lamentar que se tardaron “20 años” en iniciar por la resistencia de las administraciones pasadas, también perfilaron que se podrían encontrar con otros obstáculos.
“Es evidente un pacto de silencio, no esperábamos otra cosa. Por eso el grupo de testimonios es el que debe ir con más cuidado. Ahí se necesita un empuje más grande del que tenemos en éste momento”, indicó Mariana Gómez, integrante de la secretaría técnica y de la Subsecretaría de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación.
Tania Ramírez, integrante de la agrupación H.I.J.O.S. México, e hija de Rafael Ramírez Duarte, desaparecido en 1977, coincidió que les preocupa que haya un “pacto” para evitar dar a conocer información al respecto.
Como parte de su estrategia de trabajo, durante el presente año se mantendrán en una fase de preparación y organizaciones, para continuar en 2023 con una fase de “escucha, despliegue e investigación”, y concluir en 2024 con el análisis de los datos recabados, explicó Aleida García, integrante de la Comisión.
Reconoció que han tenido un inicio tardado, y en el que aún está pendiente aterrizar puntos clave como las formas de participación que tendrán los distintos colectivos de víctimas y la sociedad en general, pero recalcó que hay avances importantes en la integración de su equipo de trabajo y tras un encuentro con integrantes de la Comisión de la Verdad de Colombia, la semana pasada, corroboraron que las rutas de trabajo planteadas van en la vía correcta, como la centralidad de las víctimas.