La inflación ha obligado a los intermediarios de frutas y verduras a reducir hasta en 42 por ciento los márgenes de ganancia y costos con que los estaban operando. Pese a ello, su rol en las cadenas comerciales llega a elevar hasta cinco veces el precio de los agroalimentos para el consumidor final, exhibe un reporte del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas.
Entre julio del año pasado y éste, se redujo el costo que tiene la intermediación en el precio final del limón mexicano y el persa, piña, toronja, cebolla, papa y pepino. Por el contrario, esos servicios de logística y comercialización cobraron mayor terreno en el precio final de la naranja y el aguacate.
En todos los agroalimentos la ganancia de los productores representa menos de la mitad del costo que termina por pagar un consumidor final en las tiendas de conveniencia, mercados y supermercados. En el mejor de los casos, como el aguacate, 49.5 por ciento se queda en manos de quien lo siembra y cosecha, y el resto pasa a la cadena de logística y comercialización.
En el peor, como el del limón persa, la ganancia de los productores sólo significó 21.2 por ciento del precio final que pagaron los consumidores en tiendas, mercados y supermercados durante julio de este año, le sigue el pepino, con 23.9 por ciento; naranja, con 25.3; cebolla, 25.9; piña, 27.1; limón mexicano, 32.3; papa, 37.7 y toronja, 39.1 por ciento.
Aunque los márgenes de intermediación son más de la mitad del precio que se paga en las tiendas, éstos se han reducido respecto al año año pasado. Destacan el pepino y el limón persa, productos para los cuáles los sobrecostos por intermediación pasaron de 556 y 628.8 por ciento en julio de 2021, respectivamente, a 318.7 y 370.9 por ciento en el mismo mes de 2022.
Es decir, de cada 100 pesos que generó el negocio del limón persa en julio del año pasado, sólo 13.7 pesos fueron al productor; en una situación similar se encontraba el pepino, donde 15.2 pesos fueron a la base de la cadena. Si bien los costos para la cadena logística aumentaron 6.99 por ciento a julio de este año, los precios para el sector agrícola y actividades primarias aumentó 15.33 por ciento. Con ello se ubicó como una de las tres actividades cuyos costos se dispararon por arriba de la inflación general a productores, que fue de 10.08 por ciento anual.