La cantautora Julieta Venegas radica en Argentina, pero no olvida Tijuana, la gastronomía mexicana ni sus convicciones, como el hecho de que “a las mujeres nos toca hablar de la violencia de género desde todas las trincheras”.
La también multiinstrumentista se encuentra en la Ciudad de México para promover En tu orilla, tercer sencillo de un álbum que será lanzado a finales de año con 10 temas.
Manifiesta sentirse feliz, pues de dos fechas de la gira Vernos de Nuevo, que presentará en noviembre en el Teatro Metropólitan, una ya agotó taquilla. Además se presentará en Argentina, Chile, España, Estados Unidos y Colombia, así como en Hermosillo y Monterrey, en octubre.
Venegas, quien “se expresa con su música” y en sus composiciones gusta hablar del amor y desamor, contó en entrevista con este medio que En tu orilla trata sobre “el recuerdo; es como pedir a alguien que me guarde en algún lugar de su vida, en un rincón de la memoria, aunque la historia en sí haya quedado en el pasado. Me inspiré con el poeta chileno Raúl Zurita, a quien descubrí en mis lecturas durante la pandemia”.
Asegura que se inclinó por el poema Guárdame en ti, que la llevo a traducir “la delicadeza de las palabras de Zurita y a confirmar que la música expresa todas las emociones. Me llamó la atención que alguien pudiera pedir eso, que cuando todo se termine, me guarde en una orilla, en algún lugar”.
El tema originalmente iba a ser una cumbia, pero culminó en un arreglo pop de Alex Anwandter, acompañado de sintetizador y el característico sello de acordeón de Julieta, lo que dio como resultado un sonido atractivo y distinto a lo que ha creado antes.
La cantautora, quien a lo largo de su carrera ha ganado dos premios Grammy y 10 Grammy Latinos, además de dos Billboard, entre una treintena de reconocimientos, comentó que su camino en la industria no se ha interrumpido, e incluso “trato de repartir las giras y regresar a casa. Hago mi vida y salgo de nuevo; también le dedico tiempo a los videoclips que estamos haciendo”.
Comentó que al paso de los años, su proceso creativo y personal “ha sido como el de cualquiera; han pasado muchas cosas, la vida, pero siento que la música se mantiene como inquietud por hacerla, por mostrar lo que hago; siempre reaparece”.
De alguna manera, “la esencia de por qué hago música o por qué la quiero compartir sigue igual; eso no siento que se haya movido, ni la manera en que la he hecho o cómo trabajo. Ahora estoy muy contenta porque se armó un equipo lindo de gente, a la medida de lo que quiero hacer, que es mucho más cercano, chico, elástico y uno se adapta más”.
Enfatizó: “Soy compositora de canciones y los géneros son una vestidura; la primera parte es la esencia y son las letras lo que me gusta escribir.
"Me hice compositora porque descubrí la literatura y porque me gustan mucho la poesía, la narrativa y lo que sucede en las páginas de un libro”. Sus literatos favoritos, entre otros autores y géneros, son Juan Rulfo y Rosario Castellanos, quien “nos enseña mucho de México y del racismo en sus novelas”.
Miedo al andar de noche
Sobre la violencia de género y las desapariciones, la cantautora, quien se caracteriza por solidarizarse con movimientos femeninos, comentó: “La segunda canción que lancé, Caminar sola, habla sobre el miedo que sentimos las mujeres de andar solas en la noche. Es un tema en el que pongo sobre la mesa este problema porque damos por aceptado que una mujer tiene que sentirse insegura en la noche, lo cual es algo que no cuestionamos, ni intentamos cambiar”.
La canción “trata de acercar a una figura masculina, ya sea el padre, pareja o hermanos y decirles ‘ponte en mi lugar, mi cuerpo y trata de mirar a través de lo que yo veo; de lo que me toca vivir como mujer’”.
Enfatizó: “A las mujeres nos toca hablar del tema desde todas las trincheras. Si es desde los medios de comunicación, también cuestionar cómo se maneja la violencia de género. Finalmente, nos toca a todos hacer un trabajo. A mí me gusta mucho la palabra que utiliza Rita Segado, antropóloga y feminista argentina, ‘No es tirar abajo el patriarcado, es erosionarlo, poco a poco, constantemente cuestionar, preguntándonos cosas y volver a revisar lo que aceptamos, volver a dialogar de cómo nos relacionamos con nuestros padres, parejas, amigos’”.
Es decir, “nos toca reducar y hacer lo propio con nuestros hijos e hijas. De hecho, el tema del feminismo en Latinoamérica, siento que sí se ha movido bastante, pero en México parecería que va mucho más lento. Sin embargo, una generación nueva de mujeres está cuestionando, sale a la calle y habla de diversos temas, como la despenalización del aborto y otros relacionados con el género femenino, que antes ni siquiera se mencionaban”.
Puntualizó: “Nos toca encontrarnos entre nosotras, saber que también somos una fuerza política, un grupo de personas a las que nos toca participar y cambiar cosas”.
La intérprete de Eres para mí comentó que aunque reside en Argentina, “no se desconecta de México, vengo mucho. Luego de la pandemia viajo más a Tijuana a ver a mi familia; estoy repartida entre ambos países”.
De hecho, “la música me acompañó durante el aislamiento; empecé a escribir mucho por la necesidad de salirme la locura de lo que estábamos viviendo y eso eventualmente me llevó al proceso creativo del disco que saldrá en los próximos meses”.
En tanto, En tu orilla se encuentra en plataformas digitales y el videoclip fue grabado en Punta Lara en Buenos Aires, Argentina, dirigido por Carmen Rivoira.
Recrea una atmósfera con un “toque de pueblo, de esos amores que dejan huella, y del desencuentro amoroso. Me gusta mucho que estén presentes el agua, la luna, la naturaleza, pues le dieron mucha magia”.
Julieta Venegas fue integrante de la banda Tijuana No! antes de comenzar su carrera solista en 1996; además, tiene siete álbumes de estudio, a los que se suman el acústico para la cadena MTV, como también la banda de sonido de la obra de teatro La Enamorada, entre otros.
Ha vendido 25 millones de discos a escala mundial y obtenido certificados en discos de oro y platino en México, Estados Unidos, Italia, Argentina, Brasil y España.