Leópolis. El presidente de Ucrania, Volodymir Zelensky, abordó ayer en Leópolis con su par turco, Recep Tayyip Erdogan, y el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, la posibilidad de una solución diplomática a la guerra, pero reiteró que no negociará sin una previa retirada de las tropas de Rusia de suelo ucranio.
Durante el encuentro, los tres dirigentes compartieron su preocupación por las crecientes tensiones en torno a la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa, donde autoridades rusas y ucranias se han acusado mutuamente de una posible “provocación”.
Zelensky coincidió con ambos líderes en que es posible un diálogo, pero aseguró que por ahora no hay indicio alguno de que suceda a corto plazo, a pesar del acuerdo con Rusia para la exportación de granos desde territorio ucranio, en el que Turquía y la ONU ejercieron de mediadores.
El mandatario sostuvo que está “muy sorprendido” de oír decir a Erdogan que Rusia estaba “dispuesta a algún tipo de paz”, pero reiteró: “Que primero salgan de nuestro territorio y luego veremos”.
Guterres comentó que espera que el pacto alimentario entre Kiev y Moscú sea “sólo el principio”, y abogó por seguir con este “espíritu de compromiso” para avanzar.
En la misma línea, Erdogan apuntó que en el encuentro tripartito se evaluaron las opciones de transformar esta “atmósfera positiva” en “una paz permanente”, por lo que se volvió a ofrecer como “mediador y facilitador”.
La capital turca, Estambul, ya fue sede en marzo pasado de los contactos de más nivel hasta la fecha sin resultados prácticos. “Sigo convencido de que la conflagración terminará en la mesa de negociaciones”, agregó.
Guterres alertó: “Debemos decir las cosas como son: cualquier potencial daño a Zaporiyia sería un suicidio”, y reiteró su petición de que se “desmilitarice” la central, ocupada por el ejército ruso desde marzo.
“Hay que desmilitarizar la zona y decir las cosas como son: Cualquier daño potencial en Zaporiyia es un suicidio”, subrayó Guterres, mientras Erdogan expresó : “No queremos vivir otro Chernobil”, en referencia al accidente nuclear de 1986, en Ucrania.
“La ONU debe garantizar la seguridad de este sitio estratégico, su desmilitarización y su completa liberación de las tropas rusas”, publicó Zelensky al finalizar la reunión.
La fuerzas rusas ordenaron a los empleados no esenciales de la planta nuclear que no acudan hoy a sus puestos de trabajo, informaron los servicios de inteligencia de Kiev, al advertir que las tropas de Moscú orquestan algún tipo de “provocación” en la central nuclear.
El Comité de Investigación de Rusia acusó que Ucrania que “planea desarrollar un acto criminal disparando artillería en la planta durante la visita del secretario general de la ONU, por lo que teme una “emergencia” en las próximas horas, informó la agencia de noticias TASS. El Ministerio de Defensa de Rusia confirmó que sus tropas “no disponen de armas pesadas en el complejo de la central y las zonas adyacentes. Allí sólo hay unidades que se encargan de la seguridad”.
En un recrudecimiento de este conflicto, Rusia desplegó tres aviones de combate MiG-31 con misiles hipersónicos Kinjal en el aeródromo de Chakalovsk, perteneciente al mar Báltico de la región de Kaliningrado, un enclave rodeado por Lituania y Polonia, miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
Los misiles Kinjal y los crucero Zircon pertenecen a una gama de última generación en Rusia, que Putin las calificó de “invencibles” debido a su sistema para eludir distintos sistemas de defensa.