México y Turquía comparten escenarios por fenómenos migratorios parecidos: son el centro receptor de grandes flujos que buscan, en un caso, llegar a Estados Unidos, y en el otro, a la Unión Europea. No obstante, los centroamericanos que llegan a territorio mexicano lo hacen en mayor medida por el “miedo” al reclutamiento forzado de grupos armados y por el impacto del crimen o la violencia.
Aunque ambos aspectos son también las motivaciones que relatan quienes huyen de Siria o Afganistán rumbo a Turquía, en el caso de Centroamérica es mayor la proporción, indica el estudio ForMove, presentado en El Colegio de México por el investigador Ludger Pries, de la Universidad Ruhr de Bochum, Alemania, como parte del seminario Perspectivas internacionales sobre refugio y asilo.
El académico explicó que de acuerdo con encuestas realizadas a propósito de este proyecto, 51.1 por ciento de los migrantes que llegaron a territorio mexicano y partieron de Guatemala, Honduras y El Salvador consideraron que una de las razones para dejar su comunidad de origen es que consideran muy importante el miedo a los casos de violencia o conflictos armados; 58.8 por ciento aseguraron que es por el miedo al crimen, y 81 por ciento por las condiciones de vida.
Aunque la mayoría señaló como principal motivo el económico, de fondo hay un notorio asunto de violencia. “En el caso de Centroamérica parece más sorprendente que en el caso de Siria, que recluta de manera obligatoria, pero aquí se le relaciona con reclutamiento forzado a los Mara Salvatrucha. Lo que se ve es el fuerte impacto de la violencia en la toma de decisiones. Mucha gente dice: ‘los que vienen de Centroamérica son migrantes económicos’, pero no es cierto, llevan muchas experiencias de violencia”, indicó.
Otro resultado de la investigación, agregó, es la concentración de refugiados reconocidos. Las estadísticas mostraron que la mayoría de ellos están en países aledaños al lugar de donde partieron, pero que no son naciones de altos ingresos económicos.
De los asilados venezolanos en 2021, 72 por ciento están en países vecinos y 82 por ciento en naciones de ingresos bajos o medios. En cambio, se calcula que sólo 16 por ciento fueron admitidos en estados de ingresos altos. “Esto simplemente es un escándalo”, aseguró.
Los países que más refugiados han acogido son Turquía, Colombia y Uganda. En tanto, de las 1.4 millones de nuevas solicitudes a partir de 2021 –de las cuales la mayoría son rechazadas– se hicieron principalmente en Estados Unidos, Alemania, México, Costa Rica, Francia y España.