A pesar de la expectativa del voto de los mexicanos en el extranjero, la participación de los que residen en Estados Unidos es baja no sólo porque falta información, sino por la poca confianza en los procesos, explicaron investigadores en la Cámara de Diputados, donde se analizó la propuesta de reforma a la Constitución en materia electoral.
Con el tema Migración y elecciones en México, el presidente de El Colegio de la Frontera Norte, Víctor Espinosa Valle, planteó que el gran reto sobre el sufragio en el exterior es pensar en distintas modalidades de su ejercicio, flexibilizar la participación de los paisanos o bien que los organismos electorales de los estados integren unidades técnicas de promoción, como se ha hecho en la Ciudad de México, Jalisco y Guanajuato.
Recordó cómo en los primeros ejercicios de 2005 y 2006, cuando el cálculo de potenciales votantes era de 4.1 millones, participó menos de uno por ciento de esa cifra, “y así se ha venido dando, aunque ha aumentado el porcentaje en la relación de quienes se registran y los que votan, en el conjunto de la población de paisanos, resulta relativamente pequeño”.
Para 2021, cuando hubo elecciones para gobernador en nueve estados, el potencial era de 38 millones de votantes, pero únicamente se registraron 33 mil mexicanos para ejercer el sufragio por Internet. No obstante, destacó que en descargo de esta experiencia, ninguna de las participaciones internacionales de ciudadanos desde el extranjero implica un voto masivo.
En el foro, Yuriko Takahashi, profesora de ciencias políticas en la Universidad de Waseda, Japón, y quien realiza un estudio de la cultura cívica y política de los mexicanos en Chicago y Los Ángeles, informó que migrantes de Oaxaca, estado de México y Puebla solicitan menos credenciales para votar, que por ejemplo los originarios de Sonora.
“La tasa de participación de mexicanos en las elecciones de 2006, 2012 y 2018 fue de menos de uno por ciento. Debemos admitir que las tasas de credencialización y votación son muy modestas todavía”, indicó.
Asimismo, explicó que los migrantes tienen poca confianza en el sentido de que su voto es útil e influye en la política del país. Además de entrevistas con líderes de indocumentados en las ciudades estadunidenses, se realizaron encuestas a gran escala; una muestra representativa de entrevistas en Chicago reflejó que si bien el motivo principal de participar es mejorar la vida de sus familias en México, los connacionales también tienen poca confianza en las elecciones.