“Aunque no les guste, abrazos, no balazos, es más inteligencia que fuerza”, desafió una vez más el presidente Andrés Manuel López Obrador a sus críticos, después de la agitada semana de movilizaciones del crimen organizado.
En la mañanera de ayer, sobre la pantalla proyectó las cifras oficiales que dan cuenta de la reducción de varios delitos de alto impacto, incluido el homicidio: “estamos aguantando porque nuestra estrategia requiere tiempo; es atender las causas, no nada más lo coercitivo, leyes severas, amenazas de mano dura”.
Sobre los ataques del crimen organizado contra civiles, enfatizó que habrá una investigación especial en Ciudad Juárez, donde los hechos se desataron tras una riña en un penal, cuyas autoridades se negaron a que ingresara el Ejército. Subrayó que en esa ciudad fronteriza se suscitaron acontecimientos “muchísimo más reprobables, porque asesinaron a inocentes. Sí vamos a profundizar en la investigación”.
–¿Se va a dar algún tratamiento especial a esta banda..?
–Sí, pero primero hay que investigar, tener todos los elementos, para no fabricar delitos, para actuar siempre con la verdad; eso otorga autoridad moral.
Durante su conferencia, el mandatario dedicó buena parte a la polémica sobre los resultados en torno a la seguridad, por lo que desgranó algunas cifras para avalar su política, entre las que destacó contar con 50 mil millones de pesos para la Guardia Nacional. Contrastó la construcción de 241 cuarteles (de los 500 que serán) con los campamentos y hoteles donde se resguardaba la Policía Federal. Reconoció que en algunos municipios ha habido oposición a la construcción de cuarteles, aunquen consideró que “por algo será”.
Su explicación derivó en la presentación anticipada de algunas cifras del informe que se dará a conocer mañana sobre la inseguridad, según las cuales el homicidio bajó 12 por ciento este año, con la estimación de que podría alcanzar 15 por ciento; el feminicidio se redujo en 51 por ciento; robo de vehículo, 41, y secuestro, 81.
“Nuestros adversarios apostaron a que ese iba a ser nuestro talón de Aquiles. Estamos aguantando, porque nuestra estrategia requiere tiempo; es atender las causas, que haya mejores condiciones de vida, de empleo, que mejoren los salarios y no se empobrezca el pueblo. Eso requiere trabajo, no es nada más tener los elementos suficientes, leyes severas, amenazas de mano dura: ‘no me va a temblar la mano’; no, aunque no les guste, abrazos, no balazos, es más inteligencia que fuerza.”
Refirió que en el sexenio de Calderón, cuando se disparó más de 192 por ciento el número de homicidios (pasaron de alrededor de 8 mil a 25 mil), los medios de información acataron un pacto con esa administración “para no dar a conocer noticias sobre violencia, y lo cumplieron”.
Finalmente, comentó que en materia de migración, se ha definido una política para combatir directamente a las bandas que trafican con las personas.