Ciudad de México. Aunque no es momento de “cantar victoria”, los bancos creen que la inflación tenga gran repercusión sobre los niveles de impago en productos como las tarjetas de crédito, afirmó Daniel Becker Feldman, presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM).
Si bien, expresó, la inflación preocupa a las instituciones financieras dado que es “el peor impuesto, sobre todo para las personas de menores ingresos”, todo parece indicar que dicho indicador ha tocado ya su punto más alto.
“Asumiendo que estamos llegando a los picos de inflación… estamos viendo una trayectoria descendente, eso no significa que ya echemos las campanas al vuelo, pero no nos preocupa la morosidad, aunque no podemos cantar victoria”, dijo en conferencia.
De hecho, Becker festejó que los niveles de financiamiento al consumo estén en un proceso de recuperación respecto a los niveles observados antes de la pandemia de covid-19, e incluso, dijo, la morosidad está por debajo de lo alcanzado en el punto más crítico de la crisis.
“Totaleros”, seis de cada 10
En este momento hay un buen comportamiento de los clientes que tienen tarjeta de crédito, pues sólo están utilizando este producto como medio de pago y no como fuente de ingresos, lo que se puede notar en el incremento de las personas que liquidan todas sus deudas mes con mes.
Expresó que de un total de más de 20 millones de tarjetas de crédito que hay en circulación, al cierre de junio poco más de 61 por ciento de los clientes son “totaleros”; mientras el índice de morosidad en el segmento es de 2.1 por ciento.
“El crédito al consumo está bien, creciendo en doble dígito, los niveles de incidencia en las tarjetas de crédito son sumamente bajos, la prudencia de los usuarios se ha ido modificando y los niveles (de impago) están bajos”, precisó Becker.
Economía, preparada para una posible desaceleración
Por otra parte, Becker Feldman indicó que aunque se prevé que el próximo año la economía mexicana enfrente un proceso de desaceleración debido a los problemas internacionales y las presiones inflacionarias, esta se encuentra mejor preparada para afrontar una pérdida de dinamismo.
Manifestó que varios indicadores macroeconómicos reflejan crecimientos anuales positivos, aunque a menores ritmos que hace dos o tres meses, tales como la inversión fija bruta que lleva 14 meses con crecimiento, el empleo formal con 16 y el consumo privado con 14 meses también al alza.