“Dos minutitos”, pidió Luciano Concheiro, subsecretario de Educación Superior de la Secretaría de Educación Pública (SEP), cuando ya el auditorio estaba sobrepoblado y dos de las principales figuras estaban en el presídium. No pasó ni ese tiempo cuando subió la escalinata Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México.
Los aplausos –tómese en cuenta el público formado por funcionarios del sector educativo y docentes– fueron discretos.
Y el acto comenzó. Se trataba de la presentación del Plan de Estudios de Educación Prescolar, Primaria y Secundaria que, en los hechos, se convirtió en el informe de la gestión de la maestra Delfina Gómez Álvarez; además, claro, de la presentación pública de Leticia Ramírez Amaya, que sustituirá a la texcocana en la titularidad de la SEP.
En la elaboración del plan, que llevó 18 meses, participaron especialistas de la Secretaría de Educación y otras instituciones, miles de docentes y estudiantes. “Fue un trabajo muy intenso, bonito, que comenzó y se atoró con Esteban Moctezuma”, contó, entre largos discursos, una de las creadoras del modelo con el que se educará a la niñez y la juventud. “Es la propuesta educativa de la 4T”, resumió.
El investigador Ángel Díaz Barriga y Rosa María Torres, rectora de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), salvaron parcialmente un evento desordenado, sin foco, con sustanciosas piezas oratorias en las que trazaron las grandes líneas de la nueva propuesta educativa que comenzará con pruebas piloto en poco más de 900 escuelas del país.
La secretaria saliente, Delfina Gómez, dedicó su larga disertación al recuento de acciones y programas realizados en su encargo, agradeció también a sus colaboradores, a quienes mencionó por sus nombres y tareas. Las preferencias –teniendo en cuenta que en la SEP se enfrentan dos bloques con ideas distintas– quedaron a la vista.
Pero no se trataba de eso, sino de una propuesta construida por los que saben, del resultado de “un amplio proceso de participación social” que, como dijo Díaz Barriga, hizo posible construir “una utopía para nuestro sistema educativo.
“No existe democracia sin ciudadanos formados en la comprensión de la realidad”; “tenemos que pasar de la oda al individualismo al impulso de lo colectivo”, completó la rectora de la UPN.
Al inicio un lugar quedó vacío. Marx Arriaga, director de Materiales Educativos, llegó tarde (quizá para que lo presentaran en solitario) y anunció en redes sociales que el documento que convocó a cientos la mañana de ayer, ya estaba a disposición de todo público. A las seis de la tarde, sin embargo, no se le encontraba por ninguna parte.
Gómez hizo un recuento del trabajo realizado por las diversas áreas de la SEP bajo su conducción. Y aprovechó para agradecer a “dos grandes mujeres”, Leticia Ramírez y Claudia Sheinbaum, presentes en el evento que se llevó a cabo en la escuela pública cuyos alumnos ganan en los concursos a las mejores privadas, la secundaria anexa a la Escuela Normal Superior.
La jefa de Gobierno devolvió la cortesía, habló de su “defensa de la educación pública”, de becas y nuevas preparatorias y universidades: “Es muy difícil que a un pueblo educado lo engañen corruptos y mentirosos”.
Acudieron personajes de chile, dulce y manteca. A los interesados del sector educativo se sumaron la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, y el de Tabasco, Carlos Merino, aunque nadie en el auditorio pareció reconocerlo. También estuvieron la secretaria del Medio Ambiente, María Luisa Albores, así como varios diputados y senadores.
La maestra Delfina Gómez dedicó un saludo especial al líder nacional del SNTE, Alfonso Cepeda, y al sindicato mexiquense del que fue integrante. A la CNTE, por supuesto, ni la mencionó.
Esa respuesta le tocó, a pregunta expresa, al líder del SNTE.
Alfonso Cepeda salió en medio del tumulto de abrazos, palmadas y selfies, en la sección donde se encontraban el director del Politécnico y otros altos funcionarios.
–Oiga, Elba Esther Gordillo dice que le entregaron la SEP a la CNTE con el nombramiento de Leticia Ramírez, ¿usted qué dice?
–Que a los 80 años se dicen muchas cosas.
–¿De plano?
–Hay una nueva generación de maestros, que no tienen más de 15 años en el servicio. Porque las evaluaciones que Elba Esther acordó con Felipe Calderón hicieron que se jubilaran los compañeros, pues los exámenes eran en línea y ellos no sabían ni prender la computadora.
Al finalizar el acto, la Gómez Álvarez se fue tras bambalinas, mientras a la maestra Leticia Ramírez se le amontonaban los pedidos para tomarse la foto.