Ciudad de México. Como consecuencia del desmantelamiento del sistema de salud pública, la proliferación de consultorios adyacentes a las farmacias de grandes cadenas se han convertido en un riesgo para la salud cuando se trata de padecimientos complejos, alertó ayer en la conferencia matutina presidencial el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell. Sus médicos en realidad son agentes de ventas de fármacos, por lo que ante la imposibilidad de eliminarlos de tajo, hasta que no se restituyan las instituciones publicas, hay que regularlos.
El director del IMSS, Zoé Robledo, informó que en la segunda Jornada de Reclutamiento Nacional sólo se han registrado 598 médicos para 10 mil 445 vacantes. Por ello, a futuro habrá una doble vía: que cada institución pública de salud contrate sus especialistas y se lance la tercera convocatoria en las 16 entidades que aceptaron la federalización de sus sistemas de salud, que requiere cubrir 4 mil 833 plazas.
El presidente Andrés Manuel López Obrador se refirió también el abasto de medicamentos. “Necesitamos hacer acuerdos con India, con Corea y China. No se tenían porque se protegían los monopolios –pero no a los laboratorios– a los distribuidores, a los coyotes, a los políticos corruptos que se beneficiaban de la compraventa de los medicamentos”.
López-Gatell explicó que los consultorios adyacentes a farmacias comenzaron su crecimiento hace 12 años, cuando se resintió la reducción de 60 por ciento en el presupuesto del Issste y 40 por ciento en el IMSS, al instrumentarse las políticas sugeridas por organismos financieros internacionales. Estos consultorios ofrecen 25 por ciento de las consultas médicas en el país y hasta 30 por ciento en la etapa mas intensa del covid.
“Para estas cadenas lo importante es que salgan con una receta de seis, ocho, 10 medicamentos, la gran mayoría no correctamente indicados. Durante el covid vimos muy problemático el abuso de antibióticos, de esteroides, que causaron complicaciones o incluso la muerte de personas que fueron atendidas en estos consultorios. ¿Cuál es el origen? El desmantelamiento del sistema público de salud.”
Este proceso “empezó con Miguel de la Madrid, el secretario era Guillermo Soberón, que ha sido muy influyente en el mundo médico, ex rector de la UNAM, y él formuló incluso el proceso de desmantelamiento de lo público para sustituirlo por lo privado; siguieron los correspondientes secretarios de Salud de Salinas, de Zedillo, de Fox, de Calderón, de Peña Nieto”.
Esto no fue un invento mexicano, fue de los sistemas financieros globales (Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo), “se aplicó en una gran cantidad de países, destacadamente en América Latina, incluyendo el Chile de Pinochet y Colombia con los gobiernos de derecha”.
Lamentó las condiciones laborales en que se desempeñan los médicos en esos consultorios con la consigna de vender medicamentos. En lo inmediato, no es posible eliminarlos, pues la gente acude a ellos porque no tienen que hacer cita y sólo se logrará desplazarlos hasta que se consolide la recuperación del sistema de salud pública; por lo pronto, habrá que regularlos.
Robledo destacó que sólo se ha cubierto 5.7 por ciento de las vacantes, por lo que ahora se enfocarán a contratar especialistas en los estados que se integraron al plan federal de salud IMSS-Bienestar. Subrayó que en Colima ya se contrataron 310 de los 319 que se requerían.
López Obrador reiteró su crítica a que pese al déficit heredado, se cuestione la solidaridad de médicos cubanos, cuando los ex secretarios de Salud deberían dar explicaciones del abandono en la formación profesional, además de que se está subsanando lo que era el Seguro Popular que, dijo, sólo sirvió para hacer transas. En este contexto, lamentó que se llegaran a cobrar hasta las hemodiálisis en ese periodo.
Robledo precisó que era consecuencia de la subrogación de servicios, lo cual se ha comenzado a revertir y “hoy no se cobra ni un solo peso, había personas que llegaban a erogar 7 mil pesos”.