Santiago Matatlán, Oax. Veinte comunidades indígenas siembran y cosechan cannabis después de que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) otorgó este año autorizaciones con ese propósito; las cuales son apoyadas por la organización Oaxaca Highland, proyecto que busca acabar con el estigma de la planta.
La organización Oaxaca Highland trabaja con diversas comunidades, entre ellas San Pablo Güilá, del municipio de Santiago Matatlán, en donde 63 personas conformaron la Asociación Indígena de Productores de Cannabis, para producir la variedad Teso Cherry CBD, bajo en THC (sustancia psicoactiva de la planta).
Para el pueblo zapoteco de Güila el proyecto significa una oportunidad de obtener ingresos legales y una forma de impedir que los jóvenes emigren en busca de trabajo, expuso Hilario Hernández Melchor. “Al emigrar uno sufre; se padece en otro país y ojalá con este proyecto ya no sea necesario salir” a otra ciudad o nación.
El productor Pedro Antonio López, en tanto, explicó que desde 2020 se constituyó legalmente la asociación civil para asegurar la economía de muchas personas. “Porque antes la mayoría de los jóvenes terminaba la secundaria y se iba de la comunidad”
Detalló que la planta cannabis tiene una historia ligada a San Pablo Güilá, porque tiene más de 100 años que aquí se cosecha. Aunque se hacía de forma ilegal, expresó, “jamás se utilizó con fines lúdicos, sino como un medicamento tradicional, y ahora más porque la Cofepris la legalizó.”
El señor Juan Cruz López, de 60 años, por su parte, recordó que San Pablo y muchos otros pueblos históricamente han sido perseguidos por la producción del cannabis.
El Ejército Mexicano de manera periódica realizaba operativos en Güilá, “lamentablemente esas incursiones no solo eran por los enervantes, pues también saqueaban las casas y agredían a sus habitantes, sin importar si tenían o no cannabis”, señaló.
Debido a esas supervisiones, añadió Cruz López, cuando los pobladores se percataban de la llegada de los militares, abandonaban sus hogares y huían hacia los cerros a resguardarse, “porque es más fácil reconstruir que superar las vejaciones y agresiones a las que eran sometidos” por los uniformados.
Regina Hernández López, integrante de la Asociación Indígena de Productores de Cannabis, mencionó que desafortunadamente la planta ha sido satanizada; pero puede ser aprovechada de muchas formas en la elaboración de distintos productos, “y San Pablo Güilá está luchando en este sentido”, agregó.
Además, indicó que “atraería un buen rendimiento económico, pues de sus fibras y de la celulosa se pueden obtener medicinas o crear productos como maletas y textiles, a fin de aprovechar al máximo la materia prima y crear toda una industria que evite la migración de familias enteras”, como la de ella.
Hernández López precisó que, tras iniciar este proyecto, se logró que la Cofepris avalara los permisos, y así cada persona con autorización sanitaria puede tener seis plantas de cannabis en una cama de 1.25 por 2.5 metros, para elaborar productos medicinales que ayuden a los tratamientos de enfermedades como párkinson, diabetes, presión alta, entre otros.
El presidente del Consejo de Administración de Oaxaca Highland, Alejandro Martínez Moreno, a su vez dio a conocer que el proyecto investiga de manera científica el uso y aprovechamiento del CBD, mismo que se busca llevar al mercado medicinal.
Destacó que se ha tratado a dos infantes con enfermedades de Autismo y Asperger, a quienes se ayudó en diversos aspectos; además, también se trabaja en la rama alimenticia.
La industria “verde”, refirió, es una economía alternativa y emergente, la cual puede resolver distintos problemas a nivel mundial, incluso ya es aprovechada en otras naciones, como en los Países Bajos. “Lo más importante es dejar de satanizar la planta”, reiteró.
En Oaxaca, especificó, se producen alrededor de 50 toneladas mensuales, y por el permiso otorgado por la Cofepris, esa cifra no se puede rebasar; pero se tiene potencial para superar las 200 toneladas, y Oaxaca Highland ayuda en mejorar los procesos de producción, puntualizó.