Nueva York. Los precios del petróleo subieron este miércoles alrededor de 1.5 por ciento tras tocar un mínimo de seis meses más temprano en la sesión, ya que una reducción más pronunciada de lo esperado en las existencias de crudo de Estados Unidos eclipsó las preocupaciones sobre el aumento de la producción, las exportaciones rusas y los temores de recesión.
La mezcla mexicana de exportación avanzó 1.10 dólares a 83.05 dólares el barril, de acuerdo con el precio informado por Petróleos Mexicanos (Pemex). Con ello, el crudo mexicano recuperó parte de las pérdidas del martes, cuando cayó al nivel más bajo desde finales de enero.
El crudo Brent llegó a caer hasta 91,51 dólares el barril, su mínimo desde febrero, pero cerró con un alza de 1.31 dólares a 93.65 dólares por barril. En tanto, el West Texas Intermediate en Estados Unidos (WTI) ganó 1.58 dólares a 88.11 dólares.
Los inventarios de crudo y gasolina en Estados Unidos cayeron bruscamente la semana pasada, reportó la Administración de Información Energética (EIA, por su sigla en inglés) de Estados Unidos. Los inventarios petroleros se redujeron en 7.1 millones de barriles en la semana terminada el 12 de agosto, a 425 millones de barriles.
“Algunas de las preocupaciones de destrucción de la demanda por las que estaba pasando el mercado parecen aliviarse un poco”, dijo Phil Flynn, analista del grupo Price Futures.
Los precios del energético se han disparado en 2022, acercándose a un máximo histórico de 147 dólares en marzo, después que la invasión rusa a Ucrania exacerbó la preocupación por el suministro. Los precios han caído desde entonces, ya que esas preocupaciones fueron superadas por la perspectiva de la recesión.
Rusia comenzó a aumentar gradualmente la producción de petróleo después de las restricciones relacionadas con las sanciones y a medida que los compradores asiáticos aumentaron sus compras, lo que llevó a Moscú a elevar sus pronósticos de producción y exportaciones a fines de 2025, mostró un documento del Ministerio de Economía al que tuvo acceso Reuters.
La perspectiva de una recesión también ha afectado más recientemente a los precios del petróleo. La inflación de los precios al consumidor británicos saltó a 10.1 por ciento en julio, su nivel más alto desde febrero de 1982, intensificando la presión sobre los hogares y empujando los precios del petróleo a la baja más temprano en el día.