En el sector salud no ha habido recortes presupuestales, sino que se quitaron gastos suntuarios y hubo cambios para retirar acciones privatizadoras, se cancelaron programas con espacios de corrupción, como el caso de Prospera, y el dinero se concentró en nuevos programas, indicó Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de la Secretaría de Salud.
Durante su participación en el 33 Congreso Latinoamericano de Sociología Alas 2022 en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, en la mesa Pandemia, políticas, alimentación y salud, dijo que el drama de covid-19 es que si una persona tiene síntomas y acude a los consultorios aledaños a las farmacias, les recetan medicamentos innecesarios, desde ivermectina, esteroides y otros, y cuando se complica, “porque esos medicamentos la empeoran, entonces pasa a una unidad pública de salud y en algunos casos muere. La narrativa social que construyó el conservadurismo es que la calidad de la atención de salud es menor en el servicio público”.
Sobre los resultados de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, que indican que 70 por ciento de las atenciones médicas en 2021 se dieron en el sector privado, explicó que esos consultorios tienen un modelo de atención precario, diseñado para comercializar medicamentos. Incluso, dijo, hay marcas que ya no le llaman “atención médica, sino asesoría médica gratuita”. Agregó que también con los médicos de barrio hay retos de calidad, ya que desde 2000 comenzaron a ser operadores del mercado de medicamentos.
Acerca de la experiencia práctica de la pandemia, señaló que fue determinante la desigualdad social, ya que 60 por ciento de la población vive en condiciones de pobreza general; además, el perfil epidemiológico, pues México está a la cabeza de enfermedades crónico degenerativas y la situación en cáncer es “tan desastrosa que ni siquiera hay estadísticas confiables, este perfil se desarrolló por años”.
Revaloración de las parteras
Por su parte, Blanca Rubio, investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales, destacó que el gobierno redujo 16.1 por ciento de presupuesto para salud materna y que durante la pandemia el papel de las parteras fue fundamental, a quienes se revalorizó porque sacaron adelante el problema y muchas de ellas se contagiaron en las primeras olas de covid. Además, estableció, los feminicidios en el campo crecieron en 154 por ciento, y las mujeres y niños han sido los sectores más afectados en la pandemia en el área rural e indígena.
El presupuesto ha bajado para distintos programas, el gobierno ha planteado la austeridad republicana y la austeridad franciscana, pero “hay un sector rural muy vulnerable, y ante un presupuesto reducido, la baja de recursos de programas en el campo afecta demasiado”.