Regresó a México el equipo de 63 elementos del ejército y la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) que colaboraron en el combate al incendio del almacén de combustible Supertanqueros en Matanzas, Cuba.
El Boeing 737-800, matrícula 3527 de la FAM, llegó a la Base Aérea Militar número 1, en Santa Lucía, Estado de México, a las 17:10 horas del domingo, procedente de Matanzas, con escalas en Cozumel, Quintana Roo, y Villahermosa, Tabasco.
Al mando del equipo, el general brigadier Juan Bravo Velázquez, informó en entrevista para La Jornada que la experiencia le permitió a los militares mexicanos poner a prueba su adiestramiento sobre el combate a incendios en instalaciones petroleras, mediante el manejo de espumas químicas y helibaldes, utilizados por algunos helicópteros para el transporte del agua durante la extinción de los incendios, entre otros equipos especializados.
“Fue un incendio muy especial, ya que fueron cuatro tanques de petróleo crudo con capacidad de 50 mil litros, y lo delicado de ello es que el fuego se podría haber propagado a los demás depósitos de combustible que tienen en ese complejo.
“La principal finalidad fue, en equipo con los cubanos, sofocar las llamas e impedir que se extendiera, esa fue la misión principal y se logró”, señaló el general Bravo.
En agradecimiento al apoyo brindado por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), el gobierno cubano entregó en las instalaciones del ejército central en Matanzas, la condecoración Orden de la Solidaridad a los jefes del equipo nacional, y al resto de la delegación la Medalla de la Amistad.
La ayuda mexicana llegó a la isla desde el 6 de agosto pasado, durante todos estos días se mantuvo un puente aéreo con 20 vuelos, lo que requirió de tripulaciones dobles, acumulando 148:44 horas de vuelo, transportando personal, material e insumos para coadyuvar en el sofocamiento, a fin de garantizar la continuidad y seguridad de la operación.
“México y Cuba por muchos años han tenido una buena amistad, los ha caracterizado la buena relación y la hermandad, creo que solamente fortalecemos esa amistad de siempre. Definitivamente: misión cumplida”, afirmó el general Bravo.
Las instalaciones petroleras de cuba estuvieron envueltas en llamas durante cinco días, desde que un rayo impactara el tendido eléctrico de la planta y sobreviniera un incendio, hasta el pasado miércoles cuando las autoridades de Cuba declararon sofocado el siniestro.