Por fin, el Partido Demócrata y el presidente Joe Biden pudieron sacar la cabeza del profundo hoyo en el que han estado metidos en los últimos meses. Después de una larga negociación de más de seis meses, así como 19 horas de deliberaciones, la legislación conocida como “Combate a la inflación” fue aprobada en el Senado.
La legislación incluye un paquete con los siguientes rubros: apoyo al sistema de salud que repercutirá en un ahorro para millones de personas que, en algunos casos, asciende hasta 2 mil dólares anuales en el costo de medicinas; un impuesto de 15 por ciento a las corporaciones e individuos a los que la reforma fiscal del presidente Trump exentó del pago, que contribuirá a deducir el déficit fiscal en por lo menos 200 billones de dólares, y la reforma sobre el cambio climático mediante estímulos a programas para protección del medio ambiente a través de créditos a las industrias que producen energías renovables, así como el otorgamiento de créditos de 7 mil 500 dólares a quienes adquieran vehículos eléctricos nuevos y 4 mil a los que adquieran este tipo de autos usados. Los créditos estarán restringidos a quienes ganen menos de 150 mil dólares al año. En los próximos 10 años se gastarán billones de dólares en programas de protección al medio ambiente.
Cabe recordar que en la Cámara de Representantes el paquete había sido aprobado por más de 60 por ciento de los legisladores en ese recinto, pero permanecía congelado en el Senado, debido a que dos senadores demócratas se negaban a dar su voto a favor. Después de intensas negociaciones, el líder demócrata del Senado los persuadió sobre la importancia de apoyar el paquete. Los 50 senadores demócratas votaron a favor y los 50 republicanos en contra. La vicepresidenta Harris rompió el desempate con su voto en favor de la propuesta.
El paquete aprobado representa la cuarta parte del que el presidente había enviado al Congreso originalmente, por lo que algunos congresistas, entre ellos el senador Bernie Sanders, lo consideran insuficiente. Lo que no se puede perder de vista es que en estos momentos de profundos desacuerdos y diferencias entre conservadores y liberales es un paso importante, aunque pequeño, para destrabar algunas medidas que en general beneficiarán a toda la nación.
Para Biden y los demócratas es un respiro en la difícil empresa de conservar su exigua mayoría en la Cámara de Representantes y en el Senado en las próximas elecciones.