San José del Rincón, Méx., Cansados de las constantes extorsiones de presuntos integrantes del grupos criminales, pobladores de San José del Rincón cerraron ayer los accesos al municipio y prendieron fuego a patrullas, a un aserradero e incluso a la casa de la alcaldesa priísta Ana María Vázquez Carmona.
Los habitantes, iracundos, exigieron a las autoridades locales y estatales reforzar la seguridad para evitar que comerciantes y otros ciudadanos sean objeto de extorsiones de grupos provenientes de Michoacán.
Más de 300 personas se congregaron la mañana del domingo en una de las avenidas principales de la localidad, donde se asienta gran parte de la comunidad mazahua.
Al principio sólo bloquearon con vehículos el paso hacia la cabecera y la carretera que une a San José del Rincón con El Oro y la que lleva a San Felipe del Progreso.
Al no tener respuesta de autoridad alguna, comenzaron a quemar patrullas y por la tarde prendieron fuego a parte de la vivienda de Vázquez Carmona, a quien buscaron desde temprano.
La casa de dos niveles estaba vacía. Dos locales que están en la parte frontal de la casa fueron incendiados y las llamas alcanzaron una de las recámaras de la parte alta.
Los quejosos también prendieron fuego a cuatro unidades de seguridad pública, estatales y municipales, y destruyeron uno de los módulos de la policía municipal ubicados en la carretera San José del Rincón-El Oro.
Denuncian colusión de autoridades y criminales
Los habitantes de San José del Rincón acusaron que el director de seguridad pública, Arturo Roldán, “está coludido” con grupos delincuenciales, lo que ha permitido que éstos operen a sus anchas, pidiendo cobro de piso a comerciantes y secuestrando a residentes.
Por la tarde, se reportó la quema de un aserradero y se informó que la presidenta municipal es copropietaria del lugar.
Minutos después arribaron más de un centenar de policías estatales para restablecer el orden, mientras funcionarios de la Secretaría General de Gobierno invitaron a los pobladores a una mesa de trabajo para atender sus demandas.