Contrario a la creencia de que una escasa formación educativa es casi una condena segura a no encontrar trabajo, y de que el nivel de estudios alcanzados es determinante a la hora de encontrar un empleo, la mayor cifra de personas desocupadas en México está entre los 15 y 44 años de edad y cuentan con una educación media y media superior.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (Enoe) más reciente, a nivel nacional, la población desocupada, la cual se considera que se encuentra sin trabajar, pero que está buscando un empleo, se situó en 1.9 millones de personas en junio del presente año; de las cuales, alrededor de siete de cada 10 personas tienen estudios de media y media superior (1.12 millones).
Asimismo, 45 por ciento de la desocupación está en jóvenes de entre 25 y 44 años; mientras que 34 por ciento de entre 15 a 24 años. En ambas comparaciones, en su mayoría, hombres. Así, los jóvenes con educación media y media superior son los que más sufren el desempleo en México, confirmaron los datos de la Enoe que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
Y si se trata de mujeres, éstas registran un ligero aumento de 0.03 por ciento en junio de 2022 con respecto al mismo mes de 2021. En hombres con educación media y media superior el descenso ha sido de 7.17 por ciento en el periodo de referencia.
La Enoe detalló que el siguiente segmento que padece la desocupación son los que comprueban tener una educación de secundaria completa, 576 mil 860 personas (29 por ciento de los desocupados), pese haber registrado una caída anual de 23.3 por ciento. La desocupación de personas con primaria completa descendió en junio 26 por ciento, con respecto al mismo mes de 2021, para contabilizar 195 mil individuos.
Tras la pandemia, el empleo que desempeñan los jóvenes se ha visto afectado. De acuerdo con cifras de la Organización Internacional del Trabajo, en México casi un millón de personas, entre 20 y 30 años, no encuentran empleo debido a la crisis sanitaria. “Impulsar el empleo demandará políticas productivas y laborales para promover la inserción laboral, en especial de mujeres y jóvenes”, resaltó hace un mes Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). Agregó que se deben ampliar los programas que fomentan el empleo, en especial el femenino y el juvenil.
Un análisis de la Fundación Forge adjudica el fenómeno de desocupación, principalmente en jóvenes, a factores como su falta de experiencia, de habilidades tecnológicas y el no contar con un perfil atractivo para las compañías.
En la actualidad, los jóvenes no consideran que una buena preparación garantice un mejor salario, por lo cual no están interesados en continuar sus estudios o lograr una especialización.