Juan Francisco Gallo Estrada tuvo que sacrificar el título mundial de la AMB por una meta más ambiciosa. Hace un par de días, después de más de un año sin pelear, el organismo lo despojó oficialmente del cinturón supermosca. La verdadera cita del peleador sonorense es el tercer combate contra Román Chocolatito González a fines de este año, rivalidad cotizada en un peso que no suele tener grandes carteles.
El primer combate lo ganó el nicaragüense en 2012 y el segundo fue para el mexicano en 2021, con reclamos de Chocolatito por la decisión. El tercer pleito no sólo sería para saldar cuentas, sino para definir el futuro que espera a ambos peleadores, explica Alfredo Caballero, entrenador de Gallo.
“Puede repetirse la historia de rivalidad entre Juan Manuel Márquez y Manny Pacquiao”, considera. “Ellos tuvieron tres combates previos, algunos muy polémicos. Fue hasta la cuarta pelea cuando Márquez noqueó a Pacquiao y finalizó esa historia. Algo así puede pasar entre Gallo y Chocolate.
“Estrada siempre quiso ser campeón de varios organismos al mismo tiempo, es la aspiración de todo campeón –agrega–, pero esta vez teníamos que tomar una decisión y sacrificar un cinturón. Gallo aún es campeón del Consejo Mundial de Boxeo, gracias a que le concedió el nombramiento de campeón franquicia, estatus que exime de las obligaciones que regulan a todos los monarcas.
“No podía defender ese cinturón porque estamos preparando la pelea contra Chocolate en diciembre. Ese combate es decisivo para ambos y hay mucha presión. Los dos anteriores han sido muy polémicos y este tercero debe ser el definitivo. No tuvimos más remedio que renunciar al título de la AMB”, explica Caballero.
En septiembre, Estrada volverá al cuadrilátero ante Argi Cortes, “para agarrar ritmo y soltarse”, y en diciembre será la pelea esperada contra el rival más íntimo que ha tenido.