Trabajadores de vigilancia del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro denunciaron cambios arbitrarios en sus funciones, las cuales se enfocan en salvaguardar la integridad de los usuarios, así como acoso laboral, tratos misóginos y la manipulación de estímulos “de manera discrecional”.
En quejas presentadas por trabajadores de la gerencia de Seguridad Institucional ante la contraloría interna del organismo y la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, de las cuales este diario tiene copia, se refieren actos de hostigamiento laboral como cambios de área y horario sin fundamento.
Es el caso de uno de los trabajadores afectados, quien pidió el anonimato y mencionó que por instrucciones de Irving Barrera López, titular de la coordinación de vigilancia Zona C, sus labores básicamente han quedado en “estar en el andén subiendo y bajando gente, sin poder auxiliar al usuario y así evitar accidentes o conflictos”.
En las querellas se menciona que la instrucción de Barerra López es que los vigilantes se queden en un punto, además del trato misógino hacia una madre soltera de dos menores de edad con cambios de descanso, afectando su convivencia, y “el manejo del estímulo 110 y horas extras de manera discrecional”.
Con base en el Manual Administrativo MA_16/191018-E-SEMOVI-STC-36/011217 del Metro, entre las labores de dicha área está el cumplimiento de rondines del personal de vigilancia y ubicarlos en un radio de 25 metros a partir de los límites perimetrales en paraderos, vías, túneles, andenes, corredores, escaleras y espacios públicos adyacentes.