En la actual administración federal, “la inversión que se realiza para atender a personas jóvenes es histórica. Desde 2019 hubo un incremento sustancial en el porcentaje destinado” al sector, señaló Guillermo Santiago Rodríguez, director del Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve).
“En el sexenio de Calderón hubo una inversión de 2.5 por ciento del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), con Peña Nieto fue de 3.5 y con el presidente López Obrador se incrementó a 7.5 por ciento, pero no sólo se invierten más recursos: también se cambió la forma en la que se atiende; ahora es de manera directa.
“Este año se canalizan más de 485 mil millones de pesos a través de una red de programas, entre ellos Jóvenes Construyendo el Futuro, el sistema de Becas Beni-to Juárez, las universidades Benito Juárez y en el programa Sembrando Vida. Es una inversión que no se había visto nunca.”
Santiago Rodríguez señaló a La Jornada que todavía “falta un largo camino por recorrer, pero es un gran avance”, y agregó que ahora también cambió “la visión”, porque ahora “se toma en cuenta a las juventudes que históricamente fueron rezagadas.
“Con Jóvenes Construyendo el Futuro se brinda experiencia laboral, apoyo económico y posibilidad de ser contratados.
“Es el programa más grande de América Latina, tanto en presupuesto como en cantidad de jóvenes atendidos. El planteamiento es capacitarlos laboralmente, que adquieran experiencia. Uno de los grandes problemas que hemos tenido es que se nos dice que necesitamos experiencia, pero no nos dan la oportunidad de adquirirla.”
El programa “brinda esa experiencia, además de un ingreso económico por arriba del salario mínimo, también les permite ubicar espacios laborales para desempeñarse. Muchos han podido quedarse tanto en la administración pública como en la iniciativa privada u organismos de la sociedad civil”.
Sobre las universidades Benito Juárez, dijo que están ubicadas en municipios con altos índices de marginación o municipios rurales, “en los que era muy difícil entrar a la universidad”.
El esquema apoya a quienes no habían tenido “la oportunidad, tanto de manera geográfica como económica, de acceder a la universidad, mientras las carreras que se imparten están adecuadas a la región donde se encuentran, eso garantiza que lo aprendido les sirva para generar ingresos para ellos y sus familias en la zona que habitan”.
El Imjuve también trabaja en los procesos de emancipación. El directivo explicó que la situación económica, que se deriva de la situación mundial, ha hecho que los jóvenes tarden más tiempo en dejar el hogar familiar y que la Ciudad de México es la entidad en que a mayor edad se van de sus casas, donde en promedio lo hacen arriba de los 29 años.
Expuso que eso se debe en gran medida a que “el negocio inmobiliario de manera rapaz ha encarecido los inmuebles en las grandes ciudades, por lo que comprar uno es imposible”.
Junto con otras dependencias, como el Infonavit, “el Imjuve ha establecido mesas de trabajo para buscar mecanismos que nos permitan acercar a los jóvenes a programas de vivienda digna y así comenzar con su emancipación”.