Kiev. Las fuerzas rusas cañonearon zonas residenciales en el este de Ucrania y aseguraron haber logrado avances, mientras el ejército ucranio lanzó una contraofensiva en una región del sur del país, donde atacaron el último puente habilitado sobre un río en Jersón, una zona ocupada por los invasores, reportaron las autoridades de ambos países.
Un cohete del ejército de Vladimir Putin que cayó en la ciudad de Kramatorsk mató a tres personas e hirió a otras 13 la noche de antier, informó el alcalde Oleksandr Goncharenko. Kramatorsk es el cuartel general de las fuerzas ucranias en el este.
La víspera, 11 cohetes fueron lanzados a la localidad, una de las dos principales en poder de Ucrania en la zona de Donietsk, objetivo de una ofensiva del Kremlin para capturar la región industrial del Donbás.
El Ministerio de Defensa ruso declaró ayer que sus fuerzas tomaron Pisky, una población en las afueras de la ciudad de Donietsk, una capital provincial que reclaman los separatistas prorrusos desde 2014.
Los rebeldes respaldados por tropas del Kremlin tratan de tomar las zonas en poder de Kiev al norte y el este de la ciudad de Donietsk para ampliar la república autoproclamada. Pero el mando militar bajo la orden de Volodymir Zelensky declaró que sus fuerzas repelieron una ofensiva nocturna hacia las urbes más pequeñas Avdiivka y Bakhmut.
El vocero militar ruso, Igor Konashenkov, sostuvo que sus misiles cerca de Kramatorsk destruyeron un lanzacohetes y municiones provistas por Washington.
Las autoridades ucranias no reconocieron pérdidas militares, pero indicaron que el enemigo destruyó 20 edificios residenciales en Kramatorsk antier.
Ninguna de las declaraciones de las partes se pudo verificar en forma independiente.
Serhii Haidai, gobernador de la provincia vecina de Lugansk, disputada por el Kremlin en el Donbás y ocupada parcialmente por rusos el mes pasado, aseveró que los ucranios controlan una pequeña región.
Haidai expuso que los defensores estaban atrincherados en una refinería petrolera en las afueras de Lysychansk, una ciudad que Moscú dice haber tomado, y también controlan zonas aledañas.
“El enemigo está quemando el terreno de acceso a la región de Lugansk porque no puede vencer (la resistencia ucrania) en estos pocos kilómetros”, detalló.
Recriminación incesante
Kiev y Moscú se acusaron mutuamente de haber atacado la central nuclear de Zaporiyia, la mayor de Europa, que ha sido objeto de repetidos combates desde hace una semana.
El gobernador de la región de Dnipró, Valentin Reznichenko, informó que los enemigos cañonearon la ciudad de Nikopol, a su vez la agencia nuclear ucrania Energodar dio cuenta de nuevos ataques rusos en la central.
Mientras, las autoridades de ocupación instaladas por Rusia acusaron a Kiev de estar detrás de los ataques. “Energodar y la central nuclear de Zaporiyia están bajo fuego de militantes (del presidente Volodymir) Zelensky”, declaró en Telegram Vladimir Rogov, miembro de la administración militar y civil prorrusa. En la región sureña de Jersón, ocupada por los rusos, el último puente utilizado para transportar armas a las fuerzas de Moscú en la zona ha sido “destruido”, indicó en Facebook un responsable ucranio, Serguéi Khlan.
En tanto, el ministro de Salud ucranio, Víktor Lyashko, acusó a las autoridades rusas de cometer un crimen contra la humanidad al bloquear el acceso a medicamentos asequibles en las zonas que ocupan sus tropas desde que invadieron el país hace cinco meses y medio.
En la imagen, soldados ucranios mantienen la defensa de la ciudad de Donietsk, punto clave para las fuerzas rusas. Foto Afp.