Salman Rushdie dijo hace un par de semanas a la revista alemana Stern que su vida era hasta entonces “relativamente normal”, después de vivir en la clandestinidad durante años debido a las amenazas de muerte por la publicación de su novela Los versos satánicos. Horas después del ataque en Nueva York, donde el escritor fue apuñalado y herido gravemente, dicho medio difundió la entrevista.
Este sábado, el novelista seguía hospitalizado en Pensilvania, recuperándose de una cirugía de seis horas, en la que los médicos determinaron que podría perder un ojo y que se encontraba dañado su hígado y nervios de un brazo.
Su agente, Andrew Wylie, informó por la tarde a algunos medios estadunidenses que se le ha retirado el ventilador al escritor y que “está hablando y bromeando”, sin dar más información. Hasta el cierre de esta edición, no había más detalles acerca de su estado de salud.
En la conversación en Nueva York con el corresponsal de Stern, Rafael Geiger, Rushdie habló sobre las amenazas para la democracia estadunidense, además de que se definió a sí mismo como optimista, y señaló que la fatwa, el edicto religioso emitido en Irán en 1989 que pedía a los musulmanes de todo el mundo que lo mataran por blasfemia, fue pronunciada hace tiempo.
La entrevista debía aparecer en la revista el 18 de agosto. Los editores decidieron adelantar su publicación ante lo ocurrido. En la charla, que duró un par de horas, se le preguntó si era nostálgico; el autor de 75 años dijo: “No necesariamente. Me encanta la historia, pero cuando se trata de mi vida, prefiero mirar hacia adelante”.
Preludio del fascismo
Rushdie, nacido en India, afirmó que no estaba preocupado por sí mismo, pero sí por las amenazas a la democracia en Estados Unidos, las cuales estaban impulsadas por el racismo y el odio a los logros del liberalismo, y constituían “una etapa preliminar del fascismo”, expresó en la conversación que tuvo como sede la oficina de su agente, cerca de Central Park.
“(El ex presidente de Estados Unidos Donald) Trump es el que más gana con la verdad allí. Su pueblo cree que le mienten los demás, no él”, señaló.
Rushdie se trasladó a Nueva York a comienzos de la década de 2000 y obtuvo la ciudadanía estadunidense en 2016. Pese a la sentencia contra su vida, era visto en público y a menudo sin custodia aparente.
La seguridad no era particularmente fuerte en el acto del viernes en Chautauqua. Un testigo dijo que el escritor llegó sin escolta y que sólo había dos guardias del lugar en el acto.
En el texto que publicó el medio alemán se apunta que Rushdie explicó que habían pasado muchos años desde que los guardaespaldas lo acompañaban y la amenaza para él era cosa del pasado.
Este fin de semana, la venta de los libros de Salman Rushdie, especialmente Los versos satánicos, se incrementó luego de que el escritor fue apuñalado. Tres ediciones de la obra encabezaban el reporte de libros de Amazon, que marca el ritmo de libros vendidos en las últimas 24 horas. Su primer best seller, Hijos de la medianoche, ocupaba la cuarta posición.
En la librería Strand, en Nueva York, varias obras de Rushdie están entre las más requeridas, sin contar los pedidos por Internet.
“La gente llega y busca cualquiera de sus obras, quieren saber qué tenemos”, contó Katie Silvernail, jefa de una sección de la librería.
Usuarios de Twitter, en tanto, instaron a comprar libros de Rushdie como forma de expresar solidaridad con el autor.