Durante sexenios las juventudes fueron “relegadas, invisibilizadas” y sujetas a diversas formas de discriminación. Eso se tradujo en menores oportunidades laborales, educativas y de salud, entre otras. “Era más fácil llamarnos ninis que resolver de raíz los problemas que nos aquejaban, pero esa realidad terminó”, aseguró el Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve).
Ahora las juventudes son prioridad para el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, pues representan “el verdadero factor de cambio y transformación”, aseveró María del Rocío García, subsecretaria de Bienestar, en el contexto del Día Internacional de la Juventud. Ejemplo de ello son las Universidades del Bienestar, el programa Jóvenes Construyendo el Futuro y las Becas Benito Juárez.
Hace una década, sólo 3.7 por ciento del presupuesto federal se destinaba a los jóvenes, pero ahora estos recursos “se han duplicado, y en lo que va de la administración se ha invertido casi 30 por ciento más de lo que se canalizó a becas en la administración federal pasada”.
Guillermo Santiago Rodríguez, director del Imjuve, informó que se destinan más de 485 mil millones de pesos a la atención directa de más de 11.5 millones de jóvenes.
Para Jóvenes Construyendo el Futuro, la inversión es de más de 45 mil millones de pesos, reveló Rodrigo Ramírez Quintana, titular de la Unidad del Servicio Nacional de Empleo de la Secretaría del Trabajo. Además, “este año ya rebasamos la meta de 2.3 millones de beneficiarios”.
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo señala que 667 mil 870 personas de 15 a 24 años seguían desempleadas hasta junio pasado, y advierte que aquellos con educación media superior y superior son el sector más afectado por la desocupación, que incluye a quienes no trabajan, pero buscan empleo.
A más preparación, menos contrataciones
Mientras 14.4 por ciento de los jóvenes sin empleo no contaba con estudios completos de secundaria, la proporción se eleva a 85.5 por ciento en aquellos con mayor nivel de instrucción.
Un estudio de Manpower Group refiere que a mayor escolaridad, a los jóvenes se les complica más ser contratados: “ 83 por ciento de ellos tienen licenciatura, y 79 por ciento, posgrado”. Por el contrario, a menor escolaridad, las oportunidades laborales se mueven al sector informal, sin prestaciones sociales.
En materia educativa, 32 por ciento de los jóvenes de 15 a 29 años (31 millones) asiste a la escuela. Sin embargo, conforme aumenta su edad, es mayor la proporción de quienes no asisten a las aulas.
La Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2018 refiere que entre las personas de 15 a 19 años, 60.8 por ciento (6.9 millones) asisten a la escuela, así como 27.3 por ciento (2.7 millones) de quienes tienen entre 20 y 24 años. Sólo 7.5 por ciento (705 mil) de integrantes del grupo de 25 a 29 años continúan su formación académica.
Datos oficiales indican que 74.6 por ciento de la población de 15 a 17 años completó su educación secundaria y puede cursar bachillerato, mientras 46.4 por ciento de los jóvenes de 18 a 24 años logró concluir su educación media superior, por lo que puede cursar una carrera universitaria. Se estima que 0.9 por ciento de los mexicanos de 15 a 29 años no están escolarizados.
Pese a los avances alcanzados, existen grupos vulnerables, como los jóvenes con discapacidad, que aún no ven garantizado su derecho de acceso a la educación, pues sólo 55.2 por ciento logra concluir su secundaria y 30.7 por ciento el bachillerato, lo que representan una diferencia de entre 16 y 20 puntos porcentuales con respecto a la población sin discapacidad.
Perspectiva
En la presentación del Sistema de Monitoreo y Evaluación de la Política de Juventud, Santiago Rodríguez insistió en que así como se habla de perspectiva de género, se debe aplicar “perspectiva de juventudes” a las políticas públicas. Eso contribuirá a “terminar con los estereotipos y estigmas que durante tanto tiempo nos han hecho muchísimo daño”.
Criticó que durante años se les calificó de “ninis, que ni estudian ni trabajan, se nos responsabilizó del fracaso de las políticas neoliberales y del fracaso de las malas decisiones anteriores”.
A escala mundial hay 2 mil 210 millones de jóvenes de 12 a 29 años, 28 por ciento de la población. Son “poderosos agentes de cambio cuando se les garantiza acceso a educación y se les capacita para participar en la toma de decisiones”, planteó Alana Armitage, representante del Fondo de Población de Naciones Unidas.