Nueva York. Más de 140 trabajadores humanitarios murieron en 2021 en el cumplimiento de su deber, la cifra más alta desde 2013, indicó ayer la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
A excepción de dos, todos los fallecidos eran empleados nacionales, lo que destaca los peligros que enfrentan, indicó la agencia en un comunicado. Además, 203 socorristas resultaron heridos y 117 fueron secuestrados en 2021. En lo que va de este año, 168 han sido atacados, lo que derivó en 44 fallecimientos, indicó la OCHA, citando datos de Humanitarian Outcomes, organización civil con la que la Organización de Naciones Unidas (ONU) se asocia para analizar las estadísticas.
La agencia emprendió ayer una jornada de una semana para conmemorar el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, el 19 de agosto. Con el tema de #ItTakesAVillage (se necesita un pueblo), la campaña se concentra en la forma en la que los trabajadores humanitarios pueden unirse en un esfuerzo colectivo para aliviar las necesidades extremas.
Las solicitudes de cooperación solidaria se encuentran en un máximo histórico y quienes se desempeñan en esa tarea realizan su labor en entornos cada vez más peligrosos, destacó Martin Griffiths, coordinador de Alivio de Emergencia y subsecretario general de Asuntos Humanitarios de la ONU.