Tras la ratificación de México del Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), se requiere reformar la Ley Federal del Trabajo (LFT) con el propósito de garantizar su aplicación para eliminar la discriminación de género, así como atender la violencia y el acoso contra las mujeres en los centros de trabajo, señalaron especialistas de la Red de Mujeres Sindicalistas (RMS).
Al presentar una propuesta a la legislación laboral, Aleida Hernández Cervantes, una de las autoras de la iniciativa, dijo que el objetivo es mejorar los mecanismos jurídicos contra estas prácticas y profundizar en la reforma constitucional de 2017 y las adecuaciones a la LFT, realizadas en 2019.
En conferencia de prensa, detalló que la propuesta incorpora los conceptos de violencia y acoso, en los términos que están reconocidos en el Convenio 190 de la OIT; define cómo y en dónde se configura un acto o varios actos de violencia laboral de género contra las mujeres.
De igual forma, establece que la obligación de eliminar la violencia y la discriminación es de las autoridades laborales, el sector patronal, las personas trabajadoras y los sindicatos, quienes en su conjunto deberán crear programas y procedimientos para atender y sancionar los casos, abundó.
Entrada en vigor
En marzo de 2022, el Senado aprobó el Convenio 190 y una vez que el gobierno de México depositó formalmente el instrumento ante la oficina de la OIT, en Ginebra, Suiza, en julio pasado, entrará en vigor un año después.
Alejandro Encinas Nájera, titular de la Unidad de Política Laboral de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, resaltó que la propuesta de reforma a la LFT precisa que las situaciones de acoso o violencia pueden ocurrir en distintos lugares.
“No importa el espacio físico, no es dentro del centro de trabajo exclusivamente, sino ahí donde se configure una relación laboral, ya sea entre compañeros o jerárquicamente”, subrayó.
Los casos pueden ocurrir en donde los empleados toman un receso o donde ingieren alimentos, en las instalaciones sanitarias o vestuarios, en los viajes o actividades sociales, congresos, relacionados con el trabajo, explicó Hernández Cervantes.
Encinas Nájera agregó que una de cada cuatro mujeres laboralmente activas han sido víctimas de violencia laboral.