Nueva York. La situación en la central nuclear de Zaporiyia en Ucrania es “grave”, advirtió ayer ante el Consejo deSeguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) el jefe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el argentino Rafael Grossi, tras los recientes bombardeos a esa estratégica instalación.
“Reitero que la situación es seria, grave”, aseguró Grossi vía remota, y urgió a las partes en conflicto a que permitan el ingreso de un equipo de expertos de la OIEA “lo antes posible” para evaluar la situación.
La visita debe ser coordinada tanto con Moscú como con Kiev, que tiene que autorizar el acceso a ella, lo que dificulta su puesta en marcha, reconoció al dirigirse por videoconferencia a los 15 miembros del Consejo de Seguridad reunidos de manera urgente a petición China, que lo preside este mes. Dispuesto a liderar personalmente la misión de expertos de la OIEA, Grossi pretende “evaluar” el desperfecto físico en las instalaciones, “determinar” si los sistemas de seguridad y protección funcionan, así como las condiciones de trabajo del personal, lo que permitirá poner en marcha “salvaguardas urgentes” para verificar el estado de los reactores y los inventarios de material nuclear.
Esta misión, reiteró, se “necesita urgentemente” tras el deterioro “rápido” de la situación en Zaporiyia y en otras centrales nucleares de Ucrania. “Acogemos con satisfacción la disposición del director general de la agencia a enviar una misión encabezada por ella a la central nuclear”, dijo el representante permanente de Ucrania ante la ONU, Serguéi Kislitsa.
Zhang Jun, representante permanente de China ante Naciones Unidas, afirmó que es menester que Rusia y Ucrania empiecen a negociar para garantizar la seguidad de la nucleoeléctrica. “La crisis continúa, y, definitivamente, es necesario encontrar una solución”, comentó.
Antes de la reunión, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, lamentó en un comunicado “que en lugar de una desescalada, en los recientes días ha habido informaciones de incidentes profundamente preocupantes que, de proseguir, podrían llevar a una catástrofe”.
Instó a un cese “de inmediato” de las “actividades militares” en los alrededores de la planta, así como la retirada del personal militar y equipos de las instalaciones ocupadas por Rusia desde la invasión a Ucrania lanzada el 24 febrero.
Un vocero del Departamento de Estado estadunidense instó a Rusia a suspender las operaciones militares cerca de las centrales nucleares de Ucrania y respaldó el llamado de Kiev a establecer una “zona desmilitarizada” en la de Zaporiyia.
En tanto, un total de 26 países occidentales, entre ellos Reino Unido, Dinamarca y Polonia, se comprometieron en una conferencia en Copenhague a aportar más de mil 550 millones de dólares en dinero en efectivo, equipos y formación para reforzar las capacidades militares de Ucrania. El representante chino ante la ONU, Zhang Jun, ha advertido que un accidente en la central nuclear de Zaporiyia podría ser más grave que el accidente de Japón en Fukoshima en 2011.