Como parte de un homenaje al líder del movimiento estudiantil de 1968,Raúl Álvarez Garín, en el 81 aniversario de su natalicio, el Comité 68 Pro Libertades Democráticas presentó una redición del libro La Estela de Tlatelolco (1998), del luchador social fallecido el 26 de septiembre de 2014.
Félix Hernández Gamundi, Alejandro Álvarez y Rosa María Valle resaltaron que este ejemplar no sólo es imprescindible para entender lo que sucedió con la represión de estudiantes hace más de 50 años, sino que los temas que plantea son completamente actuales, como la demanda de“no militarización de la vi-da nacional”.
En Casa Refugio Citlaltépetl, donde fue colocada una manta con la imagen del escritor, militante de izquierda, Hernández Gamundi expuso que cuando Álvarez Garín habla de la represión de Tlatelolco en su libro, “refleja una discusión que traía desde mucho atrás, que es el tema de la violación de todos los derechos de la población, de los jóvenes, y el derecho de los ciudadanos a pensar y a manifestarnos libremente”.
En su obra insiste en discutir “lo grave de la presencia militar como instrumento para enfrentar los temas sociales” y la importancia de estar en contra de la militarización de la vida nacional, “que es un asunto que hoy tenemos como un reto fundamental el oponernos hasta lograr derrotar esta línea que está presente en estos días nuevamente”, dijo.
Al respecto, Alejandro Álvarez señaló que lo que se ha visto desde hace años “es el intento de legalizar la intervención de las fuerzas armadas”. Y frente a los actos violatorios a derechos humanos cometidos por militares, “el Ejército todo el tiempo se está defendiendo con que obedecían órdenes de civiles”.
Recordó que en las “consignaciones que logró el Comité 68 (por la matanza de Tlatelolco), un porcentaje muy grande de los indiciados eran elementos del Ejército, del Estado Mayor Presidencial, de la Secretaría de la Defensa Nacional y elementos de la policía que eran militares”.
Hernández Gamundi agregó que el libro de Álvarez Garín “es un cúmulo de argumentos de por qué tenemos que pelear por la justicia alrededor de estos casos, pero también hacia adelante”, ya que ello es “una de las mejores formas de garantizar que los hechos de agresiones en contra de la población dejen de repetirse, garantizar la no repetición por la vía de la acción de la justicia”.