La desaceleración de la inflación en Estados Unidos durante julio es una buena noticia para México, pues de continuar con su descenso indicará menores presiones de precios internacionales.

La inflación en Estados Unidos se moderó debido principalmente a los precios de los energéticos, pero aún se mantiene elevada, al ubicarse en 8.5 por ciento anual en julio, desde el máximo del año de 9.1 por ciento que se registró el mes anterior.

Es el primer mes sin aumento desde julio de 2020. En tanto, la subyacente se mantuvo en 5.9 por ciento. El principal descenso se presentó en energéticos que cayeron 4.6 por ciento mensual en julio. La gasolina bajó 7.7 por ciento, después de que en junio subió 11.2 por ciento. Los alimentos crecieron 1.1 por ciento mensual. La inflación se mantiene en niveles altos, pero ya se presentó el primer mes de desaceleración.

De acuerdo con Adrián Muñiz, analista de economía nacional de Vector Casa de Bolsa, la desaceleración de la inflación en Estados Unidos beneficia potencialmente a México, pero con rezago, no es inmediata.

“El beneficio no es directamente una menor inflación en México; más bien indica menores presiones de precios internacionales”, precisó.

Impulsados por la expectativa de que, ante la desaceleración de la inflación, la Reserva Federal (Fed) reduzca la magnitud de las alzas de la tasa de interés objetivo en sus próximas decisiones de política monetaria, los mercados financieros sacaron las alas.

El peso llegó a cotizar ayer en 19.90 unidades por dólar. De acuerdo con datos del Banco de México (BdeM), la moneda nacional se apreció 1.16 por ciento ante su similar estadunidense, equivalente a 23.57 centavos, para cerrar en 20.0331 unidades, su mejor nivel desde el 27 de junio pasado.

El índice del dólar, el DXY, se depreció 1.09 por ciento, a 105.090 unidades, ante una canasta de seis monedas internacionales.

Las expectativas de que la subida de precios haya tocado techo toman forma; así la Fed puede afrontar su próxima reunión, en septiembre, con unos niveles de inflación sensiblemente inferiores a los que llevaron al banco central a encadenar dos subidas de tasas consecutivas de 0.75 puntos porcentuales.

A la espera de la decisión de hoy del Banco de México (BdeM), en su reunión de política monetaria, en la que se prevé un incremento de tasas de referencia (costo del dinero) de 0.75 puntos, a 8.5 por ciento, igualando a la decisión de la Fed en su más reciente junta de hace un par de semanas.

“La inflación ha empeorado desde la reunión de junio y parece encaminada a superar las expectativas del banco central para el tercer trimestre”, destacó Rafael de la Fuente, economista en jefe para América Latina de UBS.

Por su parte, el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) subió 1.2 por ciento, para cerrar en 47 mil 808.21 puntos, apoyado por las ganancias en Axtel (3.91 por ciento), Banorte (4.06), Cemex (2.74) y Grupo México (5.82).

En contraste, siguió la caída de Unifin (31.16 por ciento), luego de que anunció que no cumplirá sus obligaciones bursátiles por falta de liquidez, para ubicarse en un precio de un peso.

En Wall Street, las ganancias no se hicieron esperar. El Nasdaq avanzó 2.89 por ciento, a 12 mil 854.80 unidades; el Dow Jones lo hizo en 1.63 por ciento, a 33 mil 309.51 enteros, y el S&P 500 subió 2.13 por ciento, a 4 mil 210.24 puntos.

El precio del petróleo estadunidense WTI subió 1.23 por ciento, a 91.61 dólares por barril, mientras el Brent se incrementó en 0.83 por ciento a 97.11 dólares por barril. La mezcla mexicana cerró en 86.96 dólares.

Al igual que el resto de las materias primas, el precio de los energéticos fue favorecido por el debilitamiento del dólar y la expectativa de que los incrementos en la tasa de interés de Estados Unidos no serán tan agresivos el resto del año.