El poder adquisitivo de los trabajadores mejoró en julio, pese al alto nivel de la inflación en ese periodo, pues el promedio de los salarios contractuales aumentó 1.25 por ciento en términos reales, de acuerdo con estadísticas oficiales.
Luego de que en junio las revisiones contractuales mostraron un comportamiento negativo, éste se revirtió en el séptimo mes, pues el promedio nominal pactado en las 216 negociaciones fue de 9.5 por ciento.
Al restar el efecto de la inflación, el dato representó un alza real de 1.25 por ciento, de acuerdo con la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).
En julio la inflación fue de 8.15 por ciento a tasa anual, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía. La cifra aún se encuentra fuera del objetivo del Banco de México, el cual es 3 por ciento con un intervalo de un punto porcentual hacia arriba o abajo.
El incremento salarial observado en el periodo de referencia es el más alto en lo que va del año, pero también en los últimos 19 meses, pues en diciembre de 2020 el promedio real de los salarios contractuales fue de 3.52 por ciento.
El dato reportado en el séptimo mes es la cuarta ocasión en que el promedio de las revisiones salariales se ubica en terreno positivo, las anteriores se registraron en agosto de 2021, marzo y mayo, cuando avanzaron 0.07, 0.97 y 0.53 por ciento real.
En junio el promedio real de los salarios disminuyó 1.25 por ciento, a pesar de que en mayo se observó una recuperación de 0.54 por ciento.
El alto nivel de la inflación en los últimos 16 meses no ha permitido que el promedio de las revisiones salariales contractuales mantenga un ritmo positivo, sino mixto, lo cual ha afectado el poder adquisitivo de los trabajadores involucrados.
El periodo comprendido entre noviembre de 2018 y marzo del año pasado, fue el último en que el poder adquisitivo de los trabajadores se benefició, pues la inflación fue menor respecto a los incrementos salariales en términos nominales.
En los primeros siete meses del año ha habido mil 628 revisiones salariales, las cuales han involucrado a 735 mil 848 trabajadores.
El promedio de los salarios contractuales en ese periodo es de 6.9 por ciento en términos nominales, pero al descontar el efecto de la inflación se traduce en un retroceso de 0.54 por ciento, de acuerdo con la STPS.
Las 216 negociaciones salariales hechas en julio involucraron a 43 mil 609 trabajadores, la menor cantidad en lo que va del año.
Del total, 215 corresponden a empresas en el sector privado e involucraron a 43 mil 529 empleados que obtuvieron un aumento nominal de 9.5 por ciento, pero al restar el efecto de la inflación se tradujo en 1.26 por ciento.
La única negociación de una empresa del gobierno involucró a 80 trabajadores que obtuvieron un aumento salarial de 3.5 por ciento nominal, pero en términos reales se trató de un retroceso de 4.30 por ciento.
El sector con el menor aumento salarial fue servicios de alojamiento temporal y de preparación de alimentos y bebidas con 3.8 por ciento nominal, monto que se tradujo en un decremento de 3.99 por ciento real.
En contraste, los trabajadores de servicios profesionales, científicos y técnicos obtuvieron un alza salarial nominal de 19.8 por ciento, que representó un avance de 10.77 por ciento en términos reales.