Alrededor de seis hombres armados con palos, tubos y mazos intentaron ingresar por la fuerza al edificio de departamentos en la calle Puebla 261, colonia Roma Norte, alcaldía Cuauhtémoc, a pesar de que los residentes mantienen un juicio legal para evitar ser desalojados.
Al mediodía, una decena de policías llegaron al predio pero no detuvieron a los sujetos que pretendieron entrar al viejo edificio, quienes se retiraron en una camioneta.
Los vecinos acusaron que son vigilados por los enviados de una inmobiliaria que busca desalojar y demoler el inmueble ubicado entre las calles Medellín y Valladolid, luego de que en 2017, con el anuncio de las autoridades de la administración anterior sobre la construcción del Corredor Chapultepec, se inició la serie de acosos.
Señalaron que los desalojos violentos de las familias son por la gentrificación de la colonia y por la ubicación del predio que forma parte de un proyecto de departamentos, zona comercial y de oficinas.
De 2017 a la fecha, denunciaron, han ocurrido al menos ocho desalojos realizados por sujetos que en ocasiones visten uniformes apócrifos de policías.
Cuando los residentes intentaron saber quién ordenaba los desalojos se enteraron de que el predio está intestado, pero que fue supuestamente vendido a través de un fideicomiso a Banca Mifel, por lo que no pueden saber quién es el nuevo dueño.
Los residentes iniciaron un juicio legal, por lo que siguen pagando la renta a Bansefi, a fin de evitar el desalojo o de que se les acuse de invasores, mientras mantienen la petición del derecho de tanto en el edificio donde han vivido prácticamente toda su vida.
De las 26 familias que habitaban el inmueble sólo queda alrededor de una decena, porque algunos residentes se fueron ante los acosos y otros fallecieron.
Dijeron que hace unos días solicitaron el apoyo de la Secretaría de Gobierno, pero no han tenido respuesta, al recordar que en el Instituto de la Vivienda y en el Instituto de Verificación Administrativa tampoco fueron escuchados. “No existimos para las autoridades”, dijo uno de los habitantes.
Emmanuel Volbre, de 26 años, relató que algunas familias viven atrincheradas en los cuartos de azotea del edificio que desde 2017 resultó con daños estructurales por la demolición de una obra contigua y debido a que los golpeadores destruyeron algunos departamentos.