El director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo señaló que la institución y los organismos de seguridad social deben sumar esfuerzos para evaluar y reconocer el gasto creciente para el pago de pensiones, mitigar los problemas estructurales y atender la fragmentación del sistema de pensiones para sanear las finanzas y generar mayores recursos para los jubilados.
En la inauguración del primer seminario internacional Fortalecimiento de los sistemas de pensiones para la ampliación de la cobertura, la suficiencia y la sostenibilidad financiera, realizado en la Conferencia Interamericana de Seguridad Social (CISS), dijo que se requiere tener un sistema fuerte de pensiones en el que todos los involucrados intervengan.
“A todos nos importa y conviene tener finanzas sanas, mayores recursos y a todos nos debe importar y nos debe de convenir armonizar el sistema de pensiones y entenderlo como lo que es: un derecho social”.
El también presidente de la CISS, recordó que el 22 de julio de 2020 el presidente, Andrés Manuel López Obrador, instruyó tomar las decisiones necesarias para una justicia social a los pensionados y que éstos reciban lo justo en el momento de su jubilación.
Así, desde diciembre de ese año se dieron los primeros pasos con la Reforma a la Ley del Seguro Social “que ha buscado recuperar la esencia del sistema pensionario, el aumento en las contribuciones de los empleadores, el tope en las comisiones cobradas por las AFORE, el impulso de un esquema más flexible para la obtención de una pensión mínima garantizada y la disminución en las semanas de cotización”.
Consideró que los efectos de esta reforma “ya se notan”, aunque el trabajo sigue sin concluirse, se deben resolver los pendientes y no parar la encomienda de fortalecer el sistema de pensiones.
Dijo que se tienen que considerar tres elementos; el primero es el aumento del gasto público para el pago de pensiones, lo que genera presiones en las finanzas y que deben de resolverse. “Las proyecciones indican que en el futuro el gasto de pensiones seguirá creciendo”.
El segundo es un problema estructural respecto a cómo se atenderá el cambio demográfico en términos del incremento de la esperanza de vida y en la reducción de la mortalidad, pero implica que la población de personas pensionadas aumentará.
“Si continuamos con un modelo en la atención médica enfocado en curar enfermedades y no en prevenirlas, sistemas enfocados en personas que van a tener algún padecimiento crónico-degenerativo y no cómo procuramos la salud, ese gasto va a ser todavía mayor”, agregó.
Robledo añadió que el tercero es la fragmentación del actual sistema de pensiones donde diversas instituciones con responsabilidades de administrar las pensiones para poblaciones específicas, genera un arreglo con diversidad de reglas, incentivos, condiciones, beneficios diferentes, tasas de cotización y reemplazos desiguales.
“Desde luego que hay muchos otros elementos que deben de discutirse y atenderse, las aportaciones voluntarias, qué garantías les vamos a dar a los jóvenes para que hoy que inician su etapa laboral conozcan de sus derechos”.
Añadió que la reforma en materia de subcontratación y el incremento del salario mínimo han aportado a mejorar el sistema de pensiones del país, pero consideró que todavía hay mucho por hacer para contar con un modelo fuerte.
Previo a la inauguración del seminario, el IMSS recibió en manos de su director general, un Certificado de Mérito por el programa piloto de Incorporación de las Personas Trabajadoras del Hogar, otorgado por la Asociación Internacional de la Seguridad Social (AISS), como parte del Premio de Buenas Prácticas Concurso para las Américas 2020.