Ante la polémica desatada por su intención de trasladar la Guardia Nacional al Ejército, el presidente Andrés Manuel López Obrador explicó que enviará una iniciativa de reforma legal para concretar esta modificación. Bajo la premisa de que no cuenta con los votos para aprobar cambios constitucionales, dijo que estudiarán una alternativa legal y que sea la Suprema Corte de Justicia la que determine su constitucionalidad.
“¿Qué me preocupa hacia adelante? Que se termine este gobierno y que todo lo que estamos haciendo, creando la Guardia Nacional, vuelva a como estaba antes, quede en Gobernación, quede en Seguridad Pública (…); voy a enviar una iniciativa de ley para la reforma constitucional, pero voy a hacer lo mismo que hice con la reforma a la ley eléctrica. Como sé que los conservadores están en huelga, no legislan –ojalá y no cobraran– y todo lo rechazan, no vamos a tener posiblemente la mayoría absoluta.”
–La Constitución habla de un cuerpo civil, ¿cómo se puede garantizar eso si estaría dentro de la Sedena?– se le preguntó.
–Va a seguir siendo una institución de carácter civil dependiendo de la Secretaría de la Defensa. Vamos a esperarnos. Tengo la obligación, diría, moral, de defenderlo y lo voy seguir haciendo.
“Soy Presidente de México y creo que conviene que la Guardia Nacional quede como una rama de la Sedena para que le dé estabilidad en el tiempo y no se corrompa.”
Durante su conferencia, el mandatario descalificó las posturas opositoras que han obstaculizado algunas iniciativas de su gobierno, anticipando que ensayarán las dos rutas. Turnará una iniciativa de reforma constitucional, y si no se aprueba se propondrá una reforma legal, para que quienes objeten su constitucionalidad acudan a la Corte para impugnar, la que determinará la procedencia de ese recurso, como ocurrió con la ley eléctrica.
Arremetió contra la oposición: “cuando la reforma eléctrica, sabía yo que estos legisladores conservadores, vende patria, traidores a la patria, no iban a defender a las empresas públicas de México, y no me equivoqué, así fue”.
–¿Cuál es el sustento jurídico para que mediante un decreto o una ley se pueda establecer algo distinto a la Constitución?
–Sí, vamos a analizar cómo se puede llevar a cabo la reforma a la ley y al mismo tiempo, ya lo expliqué, vamos a presentar la reforma constitucional, las dos cosas.
–¿No requiere necesariamente una reforma constitucional?
–Sí, pero puede ser que encontremos un mecanismo legal que no requiera la reforma constitucional.
En la visión presidencial, para enfrentar la inseguridad pública, “¿qué era lo que necesitábamos? Que toda esa experiencia, toda esa fuerza organizada, profesional, nos ayudara a enfrentar el principal problema: la inseguridad. Por eso propusimos la creación de la Guardia Nacional”. Reivindicó el carácter popular de las fuerzas armadas en México distantes de las vinculadas con las oligarquías que existen en otros países.
Descalificó las estrategias del pasado, censurando la errática creación de la Policía Federal bajo el gobierno de Ernesto Zedillo que, al paso del tiempo, dio origen a distorsiones. “No se profesionalizó, al contrario, se echó a perder. De ahí salieron los García Luna que no tienen ninguna formación militar”.
–¿Gobernar a partir de decretos y de acuerdos no es algo autoritario?
–No. Si hay una violación a la Constitución, para eso está el Poder Judicial.