El anuncio del gobierno de Estados Unidos sobre el fin del programa conocido como Quédate en México, “es un paso importante hacia la reconstrucción de un sistema de asilo humano y ordenado en la frontera”, sostuvo el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
En tanto, especialistas advirtieron que sin una difusión amplia de información sobre la suspensión del citado programa, que obligaba a migrantes de otros países solicitantes de asilo en Estados Unidos a permanecer en territorio mexicano mientras se resolvían sus casos, el flujo de migrantes hacia ese país podría aumentar, al malinterpretarlo como una apertura de la frontera.
A través de redes sociales, el Acnur, con la Organización Internacional para las Migraciones en México y Unicef, destacó que ante el anuncio del gobierno estadunidense estarán atentos a la efectiva terminación del programa y seguirán comprometidos con la población en situación de movilidad y los albergues y organizaciones que los acompañan.
En entrevista, María Elena Hernández, coordinadora de la oficina del territorio norte del Servicio Jesuita a Migrantes, y Oswaldo Valenzuela, del Programa de Asuntos Migratorios de la Universidad Iberoamericana Torreón, coincidieron en que hay riesgo de que, como ha sucedido en otros casos, “algunas bandas de coyotes aprovechen esto y lleven a más personas a la frontera para solicitar asilo”.
Subrayaron que el hecho de que se levante este programa no implica que más individuos que buscan esa condición serán admitidos.
Hernández destacó que “es una buena decisión” suspender el Protocolo de Protección a Migrantes (MPP, por sus siglas en inglés) –que se inició con el ex presidente Donald Trump–; “no obstante, hay que ver qué otras medidas se van a tomar para recibir a solicitantes de asilo en Estados Unidos”.
Se habla, agregó, de “que se van a agilizar los procesos de asilo, pero esto no quiere decir que se vayan a quedar más personas. Hay que recordar que la mayoría de las cortes de circuito no resuelven a favor a más de 20 por ciento de la población”, esto implicaría deportaciones.
Valenzuela resaltó que el MPP de cierta manera revictimiza a las personas que “muchas veces esperaban mucho más tiempo que el que les señalaban, más de un año, y en lugares que son considerados muy peligrosos”.