Tokio. Las armas nucleares representan una “crisis tangible y actual” tras la ocupación rusa a Ucrania, advirtió ayer el alcalde de Nagasaki, Tomihisa Taue, al recordar el 77 aniversario de la bomba atómica que destruyó esa ciudad japonesa.
El secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, apostó por el diálogo para alcanzar la paz y seguridad en el mundo al participar en la ceremonia de conmemoración.
“En enero de este año, los líderes de Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia y China emitieron una declaración conjunta y afirmaron que ‘una guerra nuclear no puede ser ganada y nunca debe ser librada.
“Sin embargo, un mes después Rusia invadió Ucrania. Se ha amenazado con utilizar armas nucleares, provocando escalofríos en todo el mundo”, señaló.
El 9 de agosto de 1945, Nagasaki fue convertida en un infierno que dejó 74 mil muertos, al recibir el impacto de una bomba atómica tres días después de que un artefacto similar fue lanzado contra Hiroshima.
El doble ataque estadunidense condujo al fin de la Segunda Guerra Mundial, y a la fecha Japón es el único país que ha sido agredido con armas nucleares.
Pero Taue alertó que podría no ser el último: “El uso de armas nucleares no es un temor sin sustento, sino una crisis tangible presente”.
Sonaron las campanas y se soltaron palomas durante la sombría ceremonia en el Parque de la Paz de Nagasaki, donde se ofreció agua purificada en un ritual por las víctimas que murieron por quemaduras y otras heridas. Uno de los sobrevivientes de la explosión, Takashi Miyata, aludió a la invasión de Ucrania en su intervención: “El ulular de las sirenas antiaéreas en Ucrania me recordó el miedo que sentí cuando nos lanzaron la bomba atómica”.
Conocidos los sobrevivientes como hibakushas, Miyata, de 82 años, aseveró: “Durante 77 años los sobrevivientes hemos vivido con ira, sufrimiento y dolor. Creemos en un brillante y esperanzador futuro sin armas nucleares para así sentir que hemos vivido plenamente”.