Ciudad de México. Alrededor de seis hombres armados con palos, tubos y mazos intentaron ingresar por la fuerza al edificio de departamentos en la calle Puebla 261, colonia Roma Norte, en Cuauhtémoc, a pesar de que los residentes mantienen desde hace unos cinco años un juicio legal para evitar ser desalojados.

Al mediodía una decena de elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana local llegó al predio ante el llamado de los vecinos, luego de que los sujetos lograron levantar una de las cortinas de metal cerradas que se ubican en la planta baja del inmueble de tres niveles.

Sin embargo, los policías no detuvieron a los sujetos que pretendieron entrar al viejo edificio, quienes abordaron una camioneta negra placas PYG-925-C, que se encontraba estacionada a unos cuantos pasos del inmueble.

Fotos: Alfredo Domínguez

Los vecinos acusaron que son vigilados por los enviados de una inmobiliaria que busca desalojar y demoler el viejo edificio, que se ubica entre las calles Medellín y Valladolid, y es paralela a la avenida Chapultepec, luego de que en 2017 con el anuncio de las autoridades de la administración anterior de la construcción del corredor Chapultepec inició la serie de acosos.

Acusaron que los desalojos violentos de las familias es por la gerintrificación de la colonia y por la ubicación del predio que forma parte de un proyecto de departamentos, zona comercial y de oficinas.

De 2017 a la fecha, denunciaron, han ocurrido al menos ocho desalojos que realizan sujetos, que en ocasiones visten uniformes apócrifos de policías.

Cuando los residentes intentaron saber quién ordenaba los desalojos tuvieron conocimiento de que el predio se encuentra intestado, pero que fue supuestamente vendido a través de un fideicomiso a Banca Mifel, por lo que no pueden conocer quién es el nuevo dueño y mantienen la sospecha de que se trata de un acto irregular.

Los residentes iniciaron un juicio legal, por lo que siguen pagando la renta a Bansefi, a fin de evitar el desalojo o de que se les acuse de invasores, mientras mantienen la petición de derecho al tanto en el edificio en el que han vivido prácticamente toda su vida.

De las 26 familias que habitaban el inmueble solo quedan alrededor de una decena, porque algunos otros residentes se fueron ante los acosos y otros fallecieron e incluso uno de los inquilinos murió después de contagiarse de covid.

Los vecinos denunciaron que en uno de los desalojos “los golpeadores llegaron contagiados de covid”, por lo que presumen que la intención era contagiar a los habitantes; tras lamentar que no hay interés de las autoridades por ser escuchados.

Dijeron que hace unos días solicitaron el apoyo de la Secretaría de Gobierno, pero no han tenidio respuesta, al recordar que en el Instituto de la Vivienda y en el Instituto de Verificación Administrativa tampoco fueron escuchados.

“No existimos para las autoridades”, dijo uno de los habitantes al mencionar que varios de los habitantes padecen depresión, tras los desalojos violentos.

Emmanuel Volbre, de 26 años, relató que algunas familias viven atrincheradas en los cuartos de azotea del edificio que desde 2017 resultó con daños estructurales por la demolición de un edificio contiguo y de la intervención de los golpeadores, que destruyeron algunos de los departamentos.

Una mujer de más de 50 años, que ahora vive en otra zona de la capital, no resiste caminar por enfrente del edificio en el que nació, creció y vivió hasta que inició “la pesadilla”.