Pekín. Taiwán criticó ayer el comportamiento “irresponsable” del “régimen autocrático” de China, luego de que aseguró que los ejercicios militares del gigante asiático, en represalia por la visita a la isla de la jefa de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, parecen simular un ataque hacia su territorio.
El Consejo de Asuntos Continentales taiwanés, el organismo que gestiona las relaciones con China continental, denunció las “acciones brutales y deplorables” de Pekín.
“Pedimos a todos nuestros socios democráticos de todo el mundo que sigan apoyando a Taiwán y contrarresten el comportamiento irresponsable de un régimen autocrático que socava la paz con su aventurerismo militar”, destacó.
La llegada de Pelosi a Taiwán esta semana fue vista como una “provocación” por China que, como revancha, inició sus mayores ejercicios militares alrededor de Taiwán en décadas y suspendió la cooperación con Estados Unidos en varios ámbitos clave, incluyendo los contactos a nivel militar y climático.
Horas antes, las autoridades de la isla acusaron a Pekín de simular un ataque a su isla principal. Hay “múltiples tandas de aviones y barcos comunistas realizando actividades alrededor del estrecho de Taiwán (...)”, indicó el ministerio de Defensa taiwanés en un comunicado.
“Se consideró que realizaban un simulacro de ataque a la isla principal de Taiwán”, agregó.
En respuesta, los militares de la isla movilizaron patrullas aéreas y terrestres y desplegaron sistemas de misiles terrestres, señaló la misma fuente en un tuit.
El ejército chino envió 20 aviones y 14 buques de guerra durante el tercer día de los ejercicios militares a gran escala que realiza en torno a la isla y que terminan hoy, indicó más tarde el ministerio en un comunicado.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, se reunió ayer con su homólogo filipino, Enrique Manalo, y afirmó que Washington estaba “decidido a actuar de forma responsable” para evitar una crisis mundial.
China no debe tomar como “rehén” las conversaciones sobre temas de interés global como el cambio climático, añadió Blinken. Esto “no castiga a Estados Unidos, sino al mundo”, insistió.
“Lo que ocurre en el estrecho de Taiwán afecta a toda la región. En muchos sentidos, afecta a todo el mundo, porque el estrecho, igual que el mar de la China Meridional, es una ruta marítima crítica”, apuntó.
En un comunicado, tanto Blinken como los ministros de Asuntos Exteriores de Japón y Australia pidieron a China poner fin a sus maniobras.
Pero Pekín dijo que realizaría también un simulacro con fuego real en el sur del mar Amarillo –situado entre China y la península de Corea– desde hoy hasta el 15 de agosto.